Gunbrella [Review]

Título: Gunbrella
Género: Accíon y Aventura.
Desarrollador: Doinksoft.
Editor: Devolver Digital.
Fecha de lanzamiento: 13/09/23.
Precio: $1,050.00 ARS.
Plataformas: PC y Nintendo Switch.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por Devolver Digital.

Mientras otros han sido víctimas del aislamiento y el agotamiento laboral como consecuencia del Covid-19, Devolver Digital ha encontrado la forma de adaptarse para navegar sobre aguas turbulentas. Y no solo eso, sino que también es una inagotable fuente de luz para un puñado de estudios independientes que daban sus primeros pasos de vida. Gradualmente se ha convertido en una más que respetada editora independiente, (sin perder una pizca del cinismo y humor que tanto lo caracteriza en sus conferencias), con un catálogo de videojuegos de una calidad excepcional. Devolver Digital tiene juegazos como el cielo estrellas, y una variedad más que suficiente, como producto de sus inusuales alianzas, (notese Nomada Studios, Croteam o Doinksoft). Esta última nos compete el día de hoy. Tras un arduo periodo de desarrollo en una epoca de caos nos comparten su nueva gran maravilla, Gunbrella, un explosivo coctel de ideas con un precioso moño de Pixel-Art. Con la experiencia cosechada en su monocromático Gato Roboto están de regreso con mucha más experiencia para dejarnos un divertido y frenético shooter lateral.

Debo admitir que Gunbrella ha captado mi atención desde su anuncio oficial, no solo por su pintoresco apartado artístico, sino también por su explosiva formula de acción. Una aventura bidimensional trepidante con una inagotable dosis de accion y un importante acento en el plataformeo como solo Dandara o Celeste pueden hacerlo. Si bien, mucho de su encanto entro por los ojos o sus controles. Fue su historia la que me termino de enamorar. No esperaba hallar una premisa tan competente con giros tan inesperados. Doinksoft tira de los hilos adecuados para crear una aventura atractiva que genera todo tipo de situaciones excéntricas, y sangrientas. Una autentica montaña rusa de sensaciones. Sabe exactamente cuándo ser crudo, y de igual forma, cuando dejar de lado su Gore para abrazar el silencio de la emotividad o frustración. Una aventura que utiliza la venganza como principal conducto narrativo como solo los koreanos, (park chan hook podría hacerlo). Claramente, la premisa no es ninguna maravilla, pero tiene los ingredientes con los que dar inicio a una melodía desencadenada de pura ruina. Una premisa con la que es sencillo identificarse; hasta qué punto somos capaces de llegar por la familia. Gunbrella decide resolver este interrogante al hacer de la venganza un nuevo arte, (digno de John Wick u Old-Boy) en una explosiva y expresiva odisea de balaceras.

A lo largo de la aventura asumiremos el rol de un leñador común y corriente que ha sido víctima del destino en una trágica tarde-noche de verano. Al arribar a su casa encontró una trágica escena con su mujer tendida en el suelo, y su hija desaparecida con tan solo un rastro de sangre sobre un paraguas a modo de escopeta. Conducido por una inagotable sed de venganza y furia iniciaremos un viaje hacia lo más profundo del ser humano. Un pozo de pura desesperación, cólera e ira. Con tal de dar caza al dueño de aquel misterioso instrumento de destrucción y muerte. Gradualmente, la Gunbrella se convertirá en otra extremidad con la que ajusticiar a todos los malhechores, sectarios, cultistas, policías y criaturas horridas de aquel deplorado mundo de cultos pecaminosos. Cada bala. Cada muerte. Cada gota de sangre derramada nos acercara a los pasos de aquella niña raptada.

Lo cierto es que, la premisa de Gunbrella comienza a tomar giros inesperados al introducir diferentes tópicos como la religión, el racismo, el desastre climático, la avaricia corporativa y mucho más. Una catarsis en un mundo que consume recursos aterradoramente rápido. Otro relato áspero, crudo y desagradable, pero necesario para concientizar. Cuenta con un tono severo, sin embargo, no pierde su encanto. La aventura está cargada de humor con personajes excéntricos a los que socorrer en sus inusuales tareas. Orwell es una ciudad algo reducida, pero de pintorescas localizaciones: pueblos rústicos, subterráneos tétricos, bares coloridos, chatarrerías, templos, astilleros, minas, y como no, una isla paradisíaca. En donde chocaremos con una multitud de personajes con los que compartir charlas y rasgar un poco más de los fatídicos eventos que condenaron aquel misterioso mundo al cataclismo. Superar su campaña tomara poco más de 6-8 horas que pueden prolongarse si decidimos ir por sus coleccionables o logros, en este último caso necesitaremos darle una segunda pasada a la aventura. Esto se debe a que a lo largo de la aventura existen situaciones en las que tendremos que decidir entre un camino y otro. No necesariamente entre bueno y malo. Al fin y al cabo, todas llegan al mismo puerto, pero el modo de hacerlo tiende a cambiar. Dejaremos que ustedes mismos lo descubren mientras recorren las apestosas, asfixiantes y sangriantes calles de Orwell.

Gunbrella brilla con luz propia en su jugabilidad con su trepidante ritmo de acción y la candente plasticidad de su paraguas/escopeta. Utiliza el Pixel-Art en un lienzo sangriento de pura belleza. Doinksoft apuesta, una vez más, por una aventura en solitario cargada de acción y con un importante acento en el plataformeo transversal, que no tardara demasiado en recordarnos al estupendo Dandara de Long Hat House. En Gunbrella controlamos un leñador de pocas pulgas que utiliza un paraguas para navegar sobre el ambiente al impulsarse en las alturas para flotar o colgarse de ganchos. También es una herramienta útil para nadar en los desperdicios tóxicos de la chatarrería o las alcantarillas. Y no solo eso, sino que su versatilidad la convierten en nuestra arma todo terreno. Contamos una importante variedad de munición con la que aniquilar a todas las alimañas que encontraremos en las inmediaciones. Tan solo necesitaremos usar la cruceta del pad para seleccionar el tipo de munición: balas 7.65mm o cartuchos de escopeta con su variante bañada en agua bendita para cazar monstruos. Quizás sea mejor tirar del modo lanzallamas y quemar todo con el combustible o lanzar granadas de fragmentación con minas de precisión hacia el Jefe de turno. Gunbrella cuenta con un puñado de Bosses a los que dar caza y con los que pintar las paredes de un rojo carmesí al explotar sus vísceras en cada habitación. Cabe destacar que la dificultad no es demasiado elevada, y sus áreas de plataformeo no tiene mayores complicaciones a la hora de  avanzar. Esto se debe a que tiene un diseño permisivo con una buena cantidad de puntos de control, a modos de banquetas (Hollow Knight) o camas en las que descansar momentáneamente para recuperar puntos de vida.

De igual forma, introduce su sistema de inventario, que recoge un buen número de consumibles con los que reabastecernos durante los momentos más agitados. Tan solo tendremos que meter manos en el bolsillo para sacar una carne asada, manzana o sopa y recuperar vida. De no ser el caso, podemos recurrir al comerciante local para adquirir deliciosos platillos o por el contrario reabastecernos con más munición, granadas de fragmentación, minas o combustible. La Gunbrella ofrece todo un devastador arsenal destructivo en tan solo un paraguas, que incluso podrá modificarse por un puñado de tuercas. Con las mismas, es posible incrementar su potencia o disminuir el tiempo de recarga.  El añadido de un diario que recoja las misiones asignadas o pendientes le sienta realmente bien, y ofrece un sentido de dirección en todo momento. En consecuencia, evita que regresemos, una y otra vez, sobre nuestros pasos. Aunque si decidimos revisar minuciosamente cada recoveco de sus entornos puede que seamos recompensados con valiosos cofres con monedas, tuercas u objetos consumibles. Mientras que para otros tendremos que solventar ciertos puzles para burlar sus candados de seguridad.

El Pixel-Art vuelve a utilizarse como un distintivo medio de expresividad con escenarios algo apagados, pero llenos de vida con una plasticidad muy bien cuidada, que permiten lucir el verdadero potencial del protagonista con su singular paraguas y la bufanda extendiese sobre el horizonte con el viento. Orwell se siente como un refugio para las almas en pena con ese decorado sombrío que entrelaza el tono steampunk con ese orgánico de H.R. Giger como producto de las sangrientas criaturas, que no tarda en recordarnos a la grotesca masa de carne de Phobia Game Studio. Me han gustado los efectos visuales de los casquillos de munición saltando sobre el escenario al impactar una bala o perdigón. Como también el alto nivel de Gore que maneja al desmembrar o combatir contra los enemigos, que explotan como si fuesen pirañas de pura carne. No se corta en lo más mínimo con sus composiciones viscerales. Las animaciones están bien conseguidas y los movimientos del leñador se sienten precisos e intuitivos. La idea de condicionar su velocidad al contar con solo una barra de vida es acertada y genera mayor tensión con un ritmo de juego pausado y medido para contrarrestar cada tanto con la alta precisión que demanda su bailoteo aéreo con el paraguas.

Jugar con la gravedad a través de un paraguas-escopeta es jodidamente genial. Planear y desmembrar cuanto bicho encontremos por delante esparciendo sus vísceras sobre el suelo se siente tan bien, y no solo eso, sino que también luce estupendamente bien con ese Pixel-Art. Fue amor a primera vista, Gunbrella me ha dejado enamorado con su divertida y frenética formula de juego. El cinturón de Batman en tan solo un paraguas, con el que flotaremos como los globos de Pennywise en un Orwell crudo y sangriento, mientras desenmarañamos los misterios de un culto pagano en una ciudad perdida por líneas de trenes. Encontrar los secretos que se esconden en aquellas toxicas alcantarillas y ponerle fin al culto pagano no será una tarea sencilla, por lo que también se agradece el alto nivel de respuesta y la excelente precisión de sus controles con los recurrentes puntos de control. Gunbrella no es el típico juego de acción y plataformas, es más, nace de una idea arriesgada con una buena pizca de originalidad. Durante las 6 o 8 horas de duración nos mantendrá pegados de la pantalla, volando, esquivando y aniquilando cuantas criaturas encontremos con un único propósito, venganza. Considerando el módico precio de venta, es un indie-spensable para todo fanático de los buenos Plataformas.

Puntuación: 3.5 de 5.
  • Una historia de venganza que se sigue con interés.
  • La Gunbrella se siente como una extremidad más.
  • Una enorme dosis de Gore.
  • El Pixel-Art le sienta de maravilla.
  • La precisión de sus controles.
  • Duración algo ajustada.
  • Un final abrupto.

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