Dordogne [Review]

Título: Dordogne.
Género: Aventura Interactiva.
Desarrollador: Un Je Ne Sais Quo.
Editor: Focus Entertainment.
Fecha de lanzamiento: 13/06/23.
Precio: $1,999.99 ARS.
Plataformas: PC, Nintendo Switch, Playstation 4, Playstation 5 y Xbox Series.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por Focus Entertainment.

Debo admitir que cuando vi Dordogne quede simplemente enamorado de su precioso apartado artístico. Esa acuarela saltaba de la pantalla con la armonía de sus colores y la calidez de sus personajes, un verdadero torrente de emociones. El despertar de un vínculo tan puro como el que solo puede tener una niña con su abuela en unas vacaciones de verano. Multitud de maravillosas aventuras perdidas en el tiempo y guardadas en lo más profundo del corazón, y como no, también en un diario, cuyas hojas serian cómplices de todas aquellas divertidas y encantadoras aventuras en la Dordoña veraniega. Un verano tan efímero como la vida misma, pero repleto de momentos especiales, que se han perdido en el tiempo y aguardan por ser encontrados. Dordogne es un juego emotivo con el que desconectarse para re-encontrarse a uno mismo al revivir memorias personales, lo que puede ser intensamente duro.

En Dordogne acompañaremos a Mimi mientras revive su infancia en un viaje a través del tiempo desde que era tan solo una niña de 12 años hasta la actualidad en su versión adulta, una mujer con más responsabilidades, pero igual de frágil, porque crecer puede ser difícil y también aterrador. No estamos preparados para inclemencia de la vida, y cuando menos lo esperamos golpea duro. Mili acaba de ser despedida de su trabajo, pero también ha perdido una parte de su corazón cuando su abuela partió. Fue una semana implacable y ha decidido re-encontrarse a sí misma en un viaje espiritual en la antigua Dordoña, morada de su abuela. Allí revivirá su infancia con emotivos recuerdos a través de una serie de Flashbacks, pero también tendrá que afrontar decisiones adultas para descubrir misteriosos secretos familiares. A medida que pasan los días iremos reconstruyendo su conmovedora historia con cada aroma, fotografía, sonido y carta que encontremos en aquel oasis veraniego de mil colores. Cada uno de estos elementos forma parte de su narrativa, y además, permite crear estupendas postales en el diario para que tengamos un agradable recuerdo de aquel verano. Concepto que recuerda bastante a Lost Words Beyond the Page, aquella emotiva aventura de Sketchook Games que dejaba interactuar con las palabras en un diario. Dordogñe estrecha su narrativa con jugabilidad para crear una experiencia inmersiva al igual que natural.

Por su parte jugable, Dordogne es ante todo, una aventura narrativa y como tal esta exclusivamente avocada a contar una historia, y es una jodidamente nostálgica, atractiva y conmovedora con la que podemos relacionarnos sin importar la edad. Un verano que se construye con cada fotografía que tomamos, con cada sticker que cogemos o palabra que descubrimos. Dordogne nos da la sensación de ser los autores de nuestro propio verano al poder capturar y rememorar aquello que nos ha maravillado durante el día incluso podremos grabar sonidos con un micrófono. Dordogne tiene ideas excelentes con resultados aún superiores.

Los controles son de toda la vida; echarse a caminar, interactuar o recoger elementos y eso es todo, acciones tradicionales, pero precisas para crear una aventura conmovedora con divertidos rompecabezas, que me han recordado a Jenny LeClue con ese cambio de cámara en primera persona al acercarse hacia un objeto con el que interactuar en mayor detalle. Sin llegar a la complejidad de la misma. Sucede que Dordogne es una aventura instantánea que se cocina con tan solo caminar, pero esa es parte de su naturaleza, y como no, de su encanto. Al fin y al cabo, las aventuras narrativas han evolucionado con el paso de los años, y hoy en día han dejado de ser juegos de nicho y castigados por el “Walking Simulator” para convertirse en auténticas genialidades con las que perderse en mundos inusuales. Parte de esa glorificación recae sobre Firewatch y el brillante What Remains of Edith Finch, juego con el que comparte cierta carga emocional. Cada día despertaremos y saltaremos de la cama como si tuviésemos resortes para vivir una nueva aventura, mientras exploramos los preciosos paisajes de Dordoña con esa cálida acuarela pintada a mano.

Me ha gustado el tema del mapa como punto turístico para saber exactamente donde estamos parados, y cual será nuestro próximo punto de interés, aunque no es posible regresar sobre nuestros pasos por lo que avanzamos con una visión de túnel, y no es para menos. Dordogne transcurre en un lapso de catorce días que, a su vez, se traducen en siete episodios. Los escenarios son simplemente alucinantes, pero es aún mejor caminar con una cámara isometrica por aquellas postales hasta chocar con los stickers, palabras o cassettes de turno. Un puñado de objetos utilizables en el diario para crear nuevas hojas que añadir en el diario.  A través de las mismas descubriremos más sobre los misterios familiares, y como no, tener el álbum completo, (que también funciona a modo de coleccionables). Tal vez peca por simple, es decir, no lleva más de 4 o 5 horas completarlo en su totalidad. Sin embargo, la idea de asociar objetos y decorar un diario personal es un bonus muy atractivo al que no puedo decirle no. ¿Cómo hacerlo? Cuando tiene tanta belleza, donde sea que miremos encontraremos fragmentos de una niñez tan cálida, tan pura y preciada, como parte del encanto de su exploración significativa, aunque encontraremos algún que otro bloqueo artificial como producto de su dirección artística.

¿Les suena la frase, arte en movimiento? los franceses de Un Je Ne Sais Quo la tienen muy marcada, y no es para menos, su obra es un claro reflejo de ello. Dordogne es su gran lienzo en el que se han volcado las pinceladas de acuarela más puras, vibrantes emotivas, para dar vida a escenarios mágicos. Encuentran una perfecta armonía en la amalgama de sus colores y expresiones para generar fondos artísticos con Mimi o el resto de personajes, (como si nuestra protagonista estuviese caminando sobre un oasis surrealista del que no queremos irnos). Justamente así se sienten unas vacaciones de verano. El diseño artístico transmite ese amor e inocencia que recordaremos de GRIS de Nomada Studio o Candle de Teku Games. Cada trazo del pincel y la intensidad del mismo dejan una disposición de imágenes simplemente sublime, además sus escenarios responden a los movimientos e interacciones de Mimi, por lo que deja esa sensación de formar parte de un todo. Pasaremos mucho tiempo explorando Dordoña y sus preciosos paisajes, bosques, lagos, cavernas o la propia ciudad, cada uno de estos entornos tiene un diseño y una escenografía muy conseguida, pero donde pasaremos la mayor parte de la aventura será en casa de la abuela. Aquel museo de recuerdos se convertirá en un templo sagrado al que refugiarnos, como si se tratase de un medio de expresividad visual al igual que la casa de Edith Finch en What Remains of Edith Finch.

Cuando pensaba que lo había visto todo, llega Dordogne para darme una cachetada y recordarme que la escena independiente aún tiene mucha creatividad y originalidad. Dordgone es otra de esas grandes maravillas visuales, que tendremos la dicha de disfrutar una tarde dominguera. Una aventura narrativa que brilla con la cálida armonía de su relato familiar con el que podemos identificarnos y dejarnos envolver a tantos niveles. Quizás peca de simplón, pero… es innegable la belleza que se gasta y la nostalgia que evocan las páginas de su diario. Sin lugar a dudas, Dordogne es una de las aventuras más fascinantes y cautivadoras del año, que no deberían perder de vista.

Puntuación: 3.5 de 5.

Puntos Positivos:

  • Una historia emotiva y conmovedora.
  • Ese amalgama entre narración y jugabilidad.
  • Artísticamente es una auténtica maravilla con esa acuarela tan preciosa.
  • El concepto del diario y crear paginas es un bonus divertido.  

Puntos Negativos:

  • Ciertos bloqueos artificiales al caminar o desplazarse como producto de su diseño artistico.
  • Tramo final se siente algo apresurado.

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