Call of Duty Modern Warfare 3 [Review]

Título: Call of Duty Modern Warfare 3
GéneroAcción.
Desarrollador: Sledgehammer Games/Treyarch.
Editor: Activision.
Fecha de lanzamiento: 10/11/23.
Precio: $20,000.00 ARS.
Plataformas: PC, Playstation 5 y Xbox Series S/X.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con un código de prensa proporcionado por Activision.

Desde que Infinity Ward refrescara la industria de los FPS en otoño del 2007 con su espectacular Modern Warfare, el mundo del gaming no ha vuelto a ser el mismo. Marco un antes y un después, dejando atrás la emblemática Segunda Guerra Mundial para trasladar su acción a la actualidad. No tardó demasiado tiempo en convertirse en una nueva tendencia. Muchos intentaron subirse a su tren de la guerra moderna, siendo DICE con su serie Battlefield uno de sus principales rivales. Sin embargo, la obra apadrinada por Activision tenía algo especial. Infinity Ward tiene una mano nata para las buenas campañas, y su nueva obra no iba a ser diferente. Call of Duty 4 Modern Warfare fue un éxito arrollador, y gradualmente dio inicio a una de las series más memorables de la franquicia. Entrego personajes conmovedores por los que realmente preocuparse y otros villanos simplemente desesperantes. Y no solo eso, sino que también contaba con un modo multijugador frenético, divertido y jodidamente adictivo. No fue difícil decirle adiós a la Segunda Guerra Mundial y abrazar fuertemente esta nueva Guerra Moderna. Durante más de una década he esperado ansiosamente por cada nueva entrega de la franquicia, y si bien es cierto que, se ha pasado de mano en mano, cada estudio le ha dado su propio cariño.

En mayor o menor medida, cada entrega ha dejado una secuencia, quizás dos, tal vez tres, ¿Por qué no cuatro? Grabadas con fuego en nuestras retinas. Como olvidar la bomba nuclear explotando en el medio oriente. Caminar por la ciudad radioactiva de Pripyat controlando a un inexperimentado Price. La casa blanca cayendo en su primera línea con una invasión sin precedentes. El descontrol total en un aeropuerto ruso o la torre Eiffel cayendo bajo el fuego enemigo. Infinity Ward, Sledgehammer, Treyarch y Raven Softwares se las han ingeniaron para dejar toda clase de momentos épicos, con los que tirarnos la mandíbula al suelo. Con el tiempo, Call of Duty ha dejado un legado más que respetable dentro de la industria, y una extensa sombra para el género.  En 2019 la franquicia regreso a donde todo inicio. Esto trajo de regreso algunos rostros conocidos en otra tanda de misiones tácticas letales y vertiginosas. Con este “Reboot” se mantuvo intacto el ADN de la serie, pero con ligeros retoques creativos. El niño mimado de Activision se ha caracterizado por ofrecer campañas intensas con secuencias de culto, que recuerdan a las producciones de Michael Bay: electrizantes shocks de adrenalina. Acción bombástica de principio a fin. Una maratón que mantiene despierto a cualquier adicto. Y ni hablar de sus modos en multijugador que me dejaban pegado a la pantalla fines de semana completos, y cuando echaba la mirada por la ventana pestañaba en busca de francotiradores. Call of Duty se convirtió en un estilo de vida, y en una materia de tiempo completo en mi época de adolescente.

Desde su anuncio, me he preguntado qué tipo de acercamiento tomarían para introducir a “Makarov” en este nuevo Reboot, y no solo eso, sino como su presencia afectaría a una de las misiones más intensas de la franquicia, “Nada de Rusos”. Los tiempos claramente han cambiado, y hoy estamos en una temporada demasiado integral para tratar temas sensibles, sin embargo, Sledgehammer Games no defrauda en lo más mínimo, y da “vuelta de tuerca” de lo más realista posible, y no solo eso, sino también increíblemente aterradora. La sensación de ser abordado en un avión y encontrarse cara a cara con un terrorista, o que los roles se inviertan es una pesadilla que no pensaba descubrir en el tiempo cercano. Sledgehammer se las ha ingeniado para plantar esta semilla. Pese a sus destellos de originalidad, no todo es exactamente color de rosas. La campaña está repleta de matices con más sombras que luces. La estructura es anticlimática para lo que estamos acostumbrados los más veteranos de la serie. Modern Warfare 3 tiene un diseño lineal y un tanto… monótono. Misiones terrestres semi-abiertas como si fuese un festival del Battle Royale. Esto ha degradado la intensidad de su frenesí y el túnel narrativo cinematográfico que hizo tan famosa a sus campañas, y que jamas pudieron replicar el resto de estudios.

Modern Warfare 3 ha dejado al descubierto las asperezas de su nueva dirección creativa con una campaña apresurada y con mucho maquillaje. Misiones artificiales y alarmantemente vacías. Introducir “campos de batalla” como si fuese una partida online no termina de cerrar del todo bien. Esta busca recompensar el juego sigiloso, sin embargo, nos arroja toda clase de súper-soldados entrenados por el mismísimo Robocop o el propio Terminator, es decir, enemigos que nos detectan a km de distancia y con una puntería más que respetable. Pese a que introduce un puñado de herramientas y equipamiento lo mar de interesante, avanzar es una auténtica pesadilla. Las alarmas se activan en un segundo, y en el próximo estaremos rodeados por soldados, tanques, helicópteros, vehículos y como no, Juggernauts. No importa que tan precisas y letales sean nuestras habilidades. Ante semejante oleada enemiga no duraremos ni un segundo. Caeremos una, y otra vez, esto hará que repitamos puntos de control más de lo deseado. Usar el mapa táctico se convertirá en más que una necesidad si queremos llegar al objetivo o coger alguna de las cajas especiales, y cruzar los dedos por hallar un arma con buenos accesorios, blindajes, dispositivos o equipamiento. Esto nos facilitara un poco la vida durante los tiroteos.

Por lo general, este tipo de misiones “terrestres” funcionan como un enorme patio de juego en el que toca ir desde el punto A hacia el punto B o C para activar/desactivar terminales o comprobar equipos. El mapa de “Verdansk” es bastante moldeable por lo que puede adaptarse y tomar toda clase de formas. Eso no le quita su dosis de relleno. Denota cierto desgaste en su ritmo de juego al introducir misiones poco inspiradas y repetitivas. Se siente el cambio de aire entre una misión al estilo clásico con scripts, acción trepidante, y otra abierta luchando contra oleada de bots. Aunque debo admitir que me dejo muy impresionado con ese hotel al más puro estilo “The Raid” o “Judge Dredge” esos combates cercanos e intensos cruzando edificios. Subir escaleras o ascensores para preparar emboscadas. Saltar de edificio a edificio en tiroteos cruzados es de lo más intenso. Es una misión realmente impecable. Es una lástima que solo sea un caso aislado de creatividad.  Una pequeña bombilla de luz en una extensa ruta sombría de mediocridad. El resto de misiones es tan solo un conjunto de eventos reciclados del modo online. 

Pese a las cuestionables “misiones abiertas” Modern Warfare 3 encuentra su santo grial con sus misiones más tradicionales; breves, intensas y espectaculares. Misiones en las que controlamos a los emblemáticos miembros de la Task Force 141, Price, Soap, Gaz, Simon “Ghost” Riley, y Farah para completar retos imposibles, como si fuésemos el mismísimo Ethan Hunt de Mision Imposible. Estas son algo reducidas, y de un importante corte cinematográfico, más de la cuenta, para lo que estamos acostumbrados, al grado de sentirse como una aventura narrativa en la que piloteamos un personaje sobre rails. De todas formas, eso no le resta espectacularidad. Son secciones colmadas de frenesí, con gran producción, (al grado de sentirse como un corto bélico). Como mencione anteriormente, se han tomado ciertas libertades creativas, y la misión de “Nada de Rusos” ha recibido cambios importantes, que le sientan de maravilla. Adicionalmente encontramos una nueva secuencia de lo más turbia a bordo de un avión, que es jodidamente increíble, pero aterradoramente corta. Y eso es francamente todo lo que sucede con su campaña. Va a tanta velocidad que no se toma ni siquiera un breve respiro para dejarnos disfrutar, y cuando llega a su pico más alto… PUM, se esfuma en un absoluto cliffhanger. No dedica tiempo a sus protagonistas, especialmente al ansiado villano, Vladimir Makarov, que termina siendo empañado por un abrupto cierre. Cuando las cosas comienzan a tomar sabor y se ponen realmente calientes llega un Cliffhanger, uno tan brutal que me recordó a God of War 2.

Por muchas etiquetas de “Contenido descargable” que deseen ponerle, Modern Warfare 3 es un juego totalmente independiente y completo, que ofrece una campaña, quizás demasiado corta y diferente a lo que estamos acostumbrados, pero una campaña al fin y al cabo. Junto a ella viene acompañado de sus tradicionales modos online, esos que tantas horas de diversión nos dejaron en el pasado. Al fin y al cabo, Call of Duty no solo goza del título a mejores campañas, sino también a mejor online. Durante años ha mantenido hipnotizado a toda una legión de jugadores en lo largo y ancho del mundo con sus frenéticas ratoneras de 4×4. Esta ocasión no es diferente, es más, tiene más sentido que nunca, pues, han maquillado y traído de regreso mapas clásicos de la serie. Modern Warfare 3 es una suerte de re-invención del clásico de 2009, por lo que sus mapas son una revisión técnica de aquella obra maestra. Todos los icónicos mapas con los que disfrutamos han regresado pasando por el salón de maquillaje para lucir todas las bondades técnicas de la actualidad, es decir, su estructura se mantiene exactamente igual.  A ello tenemos que añadirle las explosivas modalidades que mantienen unos inconmensurables picos de acción; TDM, TCT, KC, Domination, Search and Destroy, Invasion, Punto Caliente y mucho más. Todos estos modos son tan quirúrgicamente perfectos que bien podrían pasar otros 15 años y no envejecerían en lo absoluto. Y si hablamos de envejecer el Gun-Play necesita una mención aparte.

Cuantas generaciones han pasado. Cuantas entregas ha visto la serie. Y sin embargo, la jugabilidad de Call of Duty se mantiene exactamente igual. No necesita de retoques ni cambios drásticos, es una formula atemporal que encapsula el alto voltaje de los close quarter combats con sus mecanicas de tono arcade. Es justamente por eso que ha funcionado tan bien durante tantos años. No necesita experimentar con lo que funciona bien, (algo de lo que debería tomar nota DICE). Y con el frenesí de sus partidas se lleva por delante a cualquier tipo de camper que desee instalarse en el rincón o extremo del mapa a cosechar rachas. Entrar a sus partidas Online fue un puñetazo de nostalgia, pero también un soplo de aire fresco con el agregado de su modo zombie. Ahora con una vuelta de tuerca de lo más interesante al ofrecer un estilo de juego más táctico con sus operaciones de extracción en las que toca conseguir diferentes equipamientos; armamentos, ítems y materiales en un monumental patio de juego nuevo de mundo abierto protagonizado por el nuevo mapa de Warzone, Urzikstan. A diferencia de su predecesor que apostaba por un estilo de juego mucho más pausado con sus rondas, Modern Warfare Zombies nos arroja en un mapa abierto para sopesar la amenaza de zombies mientras superamos la misión de turno, existen mejoras para aplicar y desbloquear, pero gran parte del encanto de la serie se ha perdido por completo por su salto al campo abierto, ¿otro flashback del modo campaña?  

Para tratarse de un juego bestial técnicamente la optimización está muy bien conseguida, algo para destacar en esta temporada de malos Ports. Sledgehammer Games ha cuidado muy bien su rendimiento para que funcione de manera estable sin demasiados problemas, y sin comprometer el apartado visual. He utilizado un equipo compuesto por un i9 10900 – 32gb DDR4 3600mhz – Nvme de 2tb Firecuda 530 Gen4 con una velocidad de escritura estimada en 7000rpm, AMD Radeon 6800 XT con 16gb de VRam y una Sound Blaster AE9, todo esto alimentado con una PSU de 750w Seasonic Titanium TX. Equipo que supera holgadamente los requerimientos mínimos y recomendados del estudio norteamericano. Con el mismo he logrado obtener una tasa estable de 100fps en una resolución nativa de 40k con una calidad grafia ultra. Es más, incluso esta tasa de frames ha llegado a cruzar los 100fps, especialmente en sus modalidades Online con sus mapas cerrados. Interiores como los de Highrise o Skidrow me llevaron de paseo por una fiesta de Frames, y no solo eso, sino también de nostalgia. Volver a cruzar esos apretados pasillos. Saltar de techo en techo en la Favela. Correr hacia el avión en Terminal. Mapas que me recordaron una agradable época en la que solo pensaba en llegar a casa encender el ordenador y echar partidas con mis amigos.

Nunca pensé que volvería a sentir lo mismo 15 años más tarde. Y no solo eso, sino que también recibirían un lavado de cara más que perceptible, sin comprometer la identidad del título. Pero el verdadero techo técnico está en su campaña con personajes de muy alta calidad, filtros graficos avanzados y escenas sencillamente memorables, tan espectaculares e increíbles que harian sonrojar a Michael Bay. La nueva generación le sienta bien a Call of Duty, y está nueva entrega de Modern Warfare no hace más que destacar todas las bondades técnicas. La edición de PC, como es de esperarse, ha recibido algo de cariño extra con soporte nativo para resoluciones ultra panorámicas, como también mayores niveles de personalización en su apartado visual: filtros avanzados, sombras suaves, texturas de alta resolución. El agraciado FOV para sacar mayor partido durante el online. Y como no, la cereza del pastel su Ray Tracing que entrega escenas muy realistas por la precisión de su iluminación. Visualmente Modern Warfare 3 luce estupendamente bien. Los cambios entre escena/gameplay son tan naturales que no cortan ni un mínimo de su atmósfera, al contrario nos hacen sentir tan cerca de sus combates.

Call of Duty se ha convertido por mérito propio en uno de los máximos referentes en el género, y justamente ha cosechado esa reputación gracias a sus campañas. Alocadas. Frenéticas e intensas. Dentro de la franquicia, la serie Modern Warfare fue la que cargo la antorcha y lo llevo hacia un nuevo mañana con una narrativa osada y bombástica. Misiones con un tono cinematográfico de lo más espectacular. Sin embargo, esta “re-invencion” del clásico de 2009 deja un sabor agridulce con algunas sensaciones encontradas. Dejar de lado sus misiones lineales por un formato mayormente abierto en campos de guerra a lo Warzone no termina de cerrar. Simplemente… No. El salto entre misiones y lo apresurado de su desarrollo hacen que su ritmo se pierda en picada. Pero… no todo está totalmente perdido. Si bien, la campaña se pierde en un mar de lágrimas, el modo online lo mantiene a flote con el regreso de sus más emblemáticos mapas, y como no, ese frenético e intenso Gun-Play que tan bien le sienta. Rondas cortas de alta tensión sobre ratoneras hechas a la medida para generar combates cruzados de lo más viciosos. Da la sensación de que no todo ha cambiado para mal, y el salto a la nueva generación le sienta de las mil maravillas con un lavado de cara bestial. Modern Warfare III nos deja una de cal y otra de arena, quizas flojea con su campaña, pero el modo multijugador definitivamente inclina la balanza hacia su favor. El ADN de la franquicia sigue allí, intacto, vivo y reforzándose con cada nueva entrega. Otra entrega que nos dejara centenares de horas de diversión, y como no, alguna que otra lagrima por su nostalgia. Una ventana hacia el pasado para los veteranos de la franquicia.

Puntuación: 3 de 5.
  • La re-invención de un clásico.
  • Visualmente es una salvajada.
  • El regreso de sus iconicos mapas online.
  • Gran optimización.
  • El Gun-Play tan frenético de toda la vida.
  • La vuelta de tuerca a “nada de rusos”
  • La campaña tiene misiones espectaculares…
  • Pero otras realmente lamentables.
  • El cambio de aire en su campaña por misiones abiertas no le sienta nada bien.
  • La campaña dura un suspiro.
  • El modo zombie se siente algo frio comparado con sus predecesores.

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