Título: Call of Duty Modern Warfare 3
Género: Acción.
Desarrollador: Sledgehammer Games.
Editor: Activision.
Fecha de lanzamiento: 10/11/23.
Precio: $20,000.00 ARS.
Plataformas: PC, Playstation 5 y Xbox Series S/X.
Disponible en: Steam.
Preview: Realizado en su versión de PC con un código para su Beta proporcionado por Activision.
Tras el amargo sabor de boca dejado por Lords of the Fallen con su deplorable rendimiento. Necesitaba urgentemente un cambio de aire. Estrategia. Rol. Un plataformas. Un indie. Lo que fuese que me devolviera el amor por los videojuegos. Afortunadamente, Activision estaba con los brazos abiertos para cogerme con la Beta de Modern Warfare 3, que tras su paso en las consolas de Sony, ya se encontraba disponible para el público de PC como de Xbox. Sumado al fin de semana largo, era la excusa perfecta para bajar las persianas, apagar la luz y atornillarme en la silla para no despegarme del monitor durante los próximos cinco días. Justamente, ese fue el caso. Desde el pasado jueves he re-visitado algunos de los más emblemáticos mapas de la serie, lo que me ha despertado viejos recuerdo, y un par de lagrimones.




Época en la que solía pasar fines de semanas de completo encierro en el cyber de turno con mi grupo de amigos tirando partida locales. Saltando de edificio en edificio en la Favela. Campeando desde lo más alto de la planta industrial de Rust para aniquilar al primer enemigo que respawneara o aventando granadas de frente a frente en Highrise. Por lo que, encontrarme con estos viejos mapas ha sido como una caricia al corazón. Y no solo eso, sino que jugablemente es una auténtica maravilla con animaciones de lo más fluidas y movimientos precisos como un fino reloj suizo. Eso no quita que Modern Warfare 3 deja la sensación de ser más de lo mismo. Al fin y al cabo, es básicamente una fotocopia del Modern Warfare original lanzado en un lejano noviembre de 2.009. Sin embargo, esto no debe considerarse como algo negativo, más bien todo lo contrario. Nada ha cambiado, y los más veteranos en la serie se sentirán como en casa con un FPS que mantiene intacto su espíritu conservador.
Si bien, este mes de octubre se encuentra colmado de lanzamientos como Spider-Man 2, Super Mario Wonder, Alan Wake 2, Ghostrunner 2, Assassins Creed Mirage. Uno tras de otro. Día tras día. Semana tras semana, como si fuese una autentica arremetida en un frente bélico. Mi alma de jugador simplemente se emociona con tantos juegos, pero también supone un importante dolor al bolsillo. Dentro de aquel escaparate de ensueño se suma Call of Duty con su Beta abierta, una alternativa más que ideal con la que intercalar con el resto de títulos. Durante su periodo de Beta pude disfrutar de cuatro emblemáticos mapas ellos son: Favela, Skidrow, Rust y Estate. Cada uno con sus correspondientes variantes en tamaño de acuerdo a las modalidades, como ser Team Deathmatch, Domination, Kill Confirmed, Punto Caliente, Search and Destroy. A ellos se suma Cutthroat, una modalidad de 3v3v3 utilizando mapas básicos con una sola vida por ronda, que funciona como una mezcla de Capture the Flag con Search and Destroy. En el que cada equipo debe eliminar al otro o capturar la bandera durante el tiempo extra. Ground War está de regreso con un mapa exclusivo llamado Popov Power, una porción del nuevo mapa de Warzone que se estrenara en conjunto con la llegada de Modern Warfare 3.
Al tratarse de una re-imaginación del clásico de 2.009, Modern Warfare 3 trae de regreso sus icónicos mapas con un importante lavado de cara. Artísticamente lucen como una fotocopia, pero el salto en calidad gráfica es más que evidente. Texturas de alta resolución, escenarios más pintorescos, y como no, efectos y filtros de nueva generación, que generan postales realmente impactantes. Es fácil perder el ritmo de la partida por su fidelidad visual, sentir el polvo manchando los interiores. Los haces de luz chocando sobre las ventanas o puertas. Las hojas de los arboles cayendo sobre el pavimento, mientras escuchamos los vidrios romperse con nuestro propio peso. Ese tono tan vibrante y cálido en sus locaciones como la Favela que deja atrás su tono grisáceo de antaño. HighRise nos lleva a los tejados más elevados para librar pequeños combates con un majestuoso apartado visual. Y como no, Rust sigue siendo el deseo de los más fanáticos. La ratonera por excelencia en la que pasar largas sesiones de juego aniquilando y cosechando rachas a diestra y siniestra. Quizás esto haga que se convierta en una pesadilla por el sistema de votación, algo que hará que veamos y juguemos más un mapa que en otro.
Este primer encuentro también ofrece un puñado de armas y clases con las que probar diferentes combinaciones y sentir la respuesta de sus animaciones con un retroceso mucho más conseguido y autentico. Me considero el tipo de jugador que se adapta a cualquier tipo de arma, pero tengo un cariño especial por la P90 o MP5, y esta Beta ofrece un número importante de armas para probar y experimentar en el campo de batalla. Justamente esto se convertirá en algo de vital importancia si deseamos conseguir todos los accesorios del arma que más nos gusta, por lo que tendremos que esforzarnos bastante a probar diferentes combinaciones y equipar armas que incluso no son de nuestro agrado. Todo sea por conseguir ese compensador o esa mira táctica. Por otro lado, los beneficios ahora están representados por equipos reales: guantes, botas y chalecos para obtener atributos especiales, y si bien el objetivo del realismo es loable, parece otro menú demasiado complicado en comparación con las formas más antiguas y sencillas. A lo largo de esta Beta tendremos la posibilidad de subir 30 niveles para desbloquear toda clase de objetos, desde simples skins, pegatinas, como también algunas cosas de mayor valor como ser armas o rachas de Killstreak.




Call of Duty siempre se caracterizó por su ritmo de juego rápido y frenético. Partidas cortas, pero de alta tensión. Ratoneras hechas a la medida para generar combates llenos de accion, y mantenernos en continuo movimiento. Mirando de esquina a esquina, de tramo a tramo, siempre alerta. Por esta razón, la fluidez de sus movimientos lo ha diferenciado, una y otra vez, de su contraparte Battlefield. Con la re-imaginación de la serie Modern Warfare volvemos a encontrarnos una jugabilidad conservadora, pero con sutiles retoques, algunos viejos conocidos que hacen su regreso como la cancelación de deslizamiento, un icono del Modern Warfare original de 2019, una mecánica optimizada que supondrá el paso entre una kill o una muerte segura en el descontrol de sus enfrentamientos. Otra de sus nuevas incorporaciones viene por el lado de su postura táctica, que como su nombre lo indica, una mejora al disparar desde la cadera dejando margen para mayor libertad de movimiento. Al fin y al cabo, no solo se trata de apuntar y disparar, sino de mantener ciertas tácticas y aprovechar las ventajas de sus perks para conseguir mayores rachas de Killstreaks y alcanzar la victoria.
Oh las Killstreak, que cosa tan hermosa! En Modern Warfare 3 solía tener activado el Safe Run más Helicoptero y el Pave Low, y era una combinación jodidamente letal. El resto de jugadores prácticamente nacía muerto en su lugar de respawn, y era un auténtico placer observar el dominio total del cielo. Todo parece indicar que con esta nueva entrega seguiremos el mismo camino, si bien, la lista de rachas no era del todo agraciada, y giraba más entorno a la contención como su “Guardian” o su sistema de ACS. Es más que evidente que en su lanzamiento oficial tendremos todo un popurrí de recompensas de Killstreak para desbloquear y cambiar el curso de una partida.

Este primer acercamiento con Modern Warfare 3 me ha dejado francamente impresionado. Realmente da la sensación de estar jugando el clásico de 2.009, pero con un sistema de juego mucho más fluido, dinámico e intenso. Por más que intente, no pude evitar soltar unas lágrimas al recordar la cantidad de horas que solía dedicarle a estos icónicos mapas. Disfrutar de ellos nuevamente con una calidad gráfica mucho mayor fue un auténtico placer. Afortunadamente, no tendremos que esperar demasiado para experimentar el paquete completo, y vivir una vez más de su épica campaña. Pero por lo pronto, Sledgehammer nos vuelve a demostrar su capacidad para realizar los ajustes necesarios en una saga anual que continua re-inventándose y dejando huella en la industria de los videojuegos.