Título: STRAFE.
Género: FPS.
Desarrollador: Pixel Titans.
Editor: Devolver Digital.
Fecha de lanzamiento: 09/05/17.
Precio: $19,99.
Plataformas: PC.
Disponible en: GoG, Steam.
Review: Basada en una copia de prensa proporcionada por Devolver Digital.
Pixel Titans toma prestado el DeLorean del Dr. Emmet Brown para llevarnos de la mano a 1996 y revivir en primera persona la gloriosa época de los Shooters. Una vez allí encontramos un FPS peculiar, algo completamente revelador e intensamente desafiante. STRAFE es un juego que busca rendir homenaje a la idea más básica de los FPS, es una mata-mata que nos deja pintar las paredes de sangre.
Tras aquella espesa cortina de sangre y sus enormes pixeles retro, STRAFE se permite un momento para sorprendernos por su nivel de acción y la eficiencia a la hora de combinar lo mejor de los 90s con mecánicas de juego más actuales. Al mismo tiempo demuestra que las grandes historias no son algo que se les dé bien a todos los juegos y de igual forma pueden abrirse camino sin arrastrar personajes o tramas confusas. Es más, DooM ya lo hizo el año pasado y en esta ocasión STRAFE simplemente mantiene firme este concepto. Es una experiencia jugable intensa, endiabladamente desafiante y por momentos estresante, pero sumamente adictivo.
Mientras que el resto de Shooters se toma el trabajo de brindar razones para matar y liquidar enemigos, STRAFE es más directo, solamente proporciona un segundo para realizar una pregunta, una muy particular. ¿Qué arma necesitamos para iniciar la masacre? De esta forma STRAFE se introduce como una brutal carnicería en primera persona, un implacable Retro Old-Shooter que hace de la matanza un arte, y vaya si hasta se pueden pintar sus interiores de rojo carmesí (if you know what i mean). Al iniciar la aventura inmediatamente tomaremos el control de un marine espacial, un sujeto algo debilucho, pero con una bestial sed de sangre.
A los pocos segundos de entrar al mundo virtual notaremos que la flora y fauna es implacable, pero no tanto como nosotros. Además, a ella se suma el violento diseño de escenarios. STRAFE es un Brutal FPS, un mata-mata de corte hardcore, pero tras ese planteamiento introduce elementos Rogue-Like, esto quiere decir que su dificultad sube varios escalones. El escenario será distinto en todo momento, la seguridad a detenerse un breve segundo para buscar alivio no existe. En STRAFE si te detienes por un momento estas muerto, su estilo de juego es así de rotundo, y al mismo tiempo se siente tan bien.
El nivel de acción es tan fluido y constante que es inevitable no perderse por horas en sus pequeñas mazmorras. Como única contra, quizás presentan un diseño algo laberintico, resulta sencillo extraviarse y dar vueltas y vueltas sin llegar a la puerta. De todas formas esto tiene sus beneficios, ya que STRAFE esconde una multitud enorme de secretos, y uno nunca sabe que puede encontrarse en su mundo procedural. Eso en cuanto a diseño de escenarios, pero regresemos a lo realmente importante las armas.
En su comienzo no existen muchas, solamente tenemos a disposición tres armas básicas, la clásica escopeta, seis rondas de pura bestialidad, un arma icónica en el género de los FPS, lo justo y necesario si deseamos abrir cabezas y esparcir intestinos sobre el escenario. A su lado está el Subfusil, un arma de fuerte dispersión y un alcance mediano, pero con un impacto débil, tirando a mínimo, los enemigos resistirán un buen puñado de balas. Por ultimo encontramos a la carabina, el arma táctica por excelencia, proporciona un disparo certero y esto equivale a un enemigo menos, sin embargo su daño viene a costa del retroceso y un cargador más ajustado. Básicamente estas serán las tres armas iniciales con las que deberemos iniciar la matanza espacial y limpiar sus eternas mazmorras de enemigos o mejor dicho teñirlas de sangre con sus extremidades; dispersar brazos, cabezas y piernas por todo el lugar.
Quizás se me olvidó mencionarlo, pero STRAFE hace de la violencia un arte. Es más si hasta podemos cortar cabezas y utilizarlas como una llave de acceso a distintas habitaciones. ¿No suena genial? El toque Manhunt le sienta realmente bien y mantiene la electrizante formula de acción que busca. Por otro lado, al estar ambientado en el futuro, la escenografía es muy peculiar, tanto su mundo como las armas introducen un diseño post-apocalíptico de corte futurista, una atmosfera agobiante de suspenso y temor por lo que se avecina tras nosotros. Y eso es justamente lo que sucede, los enemigos son constantes, erráticos e implacables no permiten ni un minuto de descanso, saltar y mantener el movimiento es necesario para una victoria, ya que la horda de enemigos es enorme y sumamente variada. Desde robots, pasando por zombies espaciales y finalizando en criaturas bizarras y extraños seres de piedra. Todos y cada uno de ellos proporcionan un inmenso daño, para contrarrestar tanta dificultad, STRAFE proporciona una serie de terminales donde se pueden modificar armas, mejorarlas e incrementar su daño o tipo de disparo. De igual forma también existen máquinas para fabricar escudos de defensa y cajas de munición. Ambos elementos tienen costos altos, sus mejoras son realmente altas, pero si contamos con la chatarra suficiente podremos tener un poco más de seguridad en aquel hostil ambiente galáctico.
Como último recurso siempre encontraremos armas sobre el suelo o estampadas en cadáveres de otros compañeros marines; pistolas, subfusiles, lanzacohetes, el popurrí es bastante extenso, pero su munición es limitada. Tan solo contaremos con un pequeño cargador para brindar una protección efímera, y es recomendable utilizarla en los momentos de más apuros ya que STRAFE exige y nos lleva al límite. En todo momento desarrolla trampas, y una granada o lanzacohetes viene bien para salir airoso de esa tensión. De todas formas también podremos encontrar mejoras para nuestro personaje; doble salto, escudos de protección, un robot a modo de ayudante o un tele transportador, son tan solo algunas de los tantos elementos que nos esperan en su escaparate.
En lo que respecta a su apartado visual encontramos un diseño de Pixel Art que busca aflorar la nostalgia. Incluso el menú de navegación y las opciones mantienen ese toque retro a base de comandos como en la consola mS-Dos, y la forma de interactuar con el mismo es tan inmersivo que hasta parece una cabina de mando. Tras esa momentánea nostalgia, STRAFE se caracteriza por ofrecer cuatro zonas de juego, escenarios totalmente diferentes tanto en temática como en transición. Son zonas que hacen uso máximo de la verticalidad y ofrecen un abanico de posibilidad que incitan el movimiento. Por eso quizás mantienen un diseño algo laberintico y con un enfoque aleatorio.
De todas formas, en su apartado visual el protagonista principal es su Uber Gore Tech 2.0 un complejo sistema creado exclusivamente para renderizar sangre y mantener el Gore al día. En pocas palabras permite una visión instantánea de como el escenario se ve afectado por cada gota de sangre. Cada enemigo que abatimos suelta un galón de sangre que tiñe los interiores de un intenso rojo, la salpicadura y el goteo es un detalle soberbio para mantener la inmersión en este brutal FPS. Pero eso no es todo.
El apartado sonoro desarrolla una BSO excelente que se mantiene al día con una serie de canciones sintéticas que intentan seguir el ritmo de la acción. Una idea similar a lo que sucedió con DooM el año pasado.
En conclusión, STRAFE es el FPS que necesitamos hoy en día, un fuerte regreso a las raíces para despertar ese niño que aun llevamos dentro. Es un frenesí de acción y una locura visceral como pocas, quizás algo justo en cuanto a contenido, pero justamente gracias a su diseño procedural ofrece una interminable lista de escenarios para explorar, eso sin contar su extrema dificultad. Llegar a la última zona es toda una proeza. Además, si aun así se siente algo escaso, también ofrece dos modos extra; SPEEDZONE, el desafío diario y MURDERZONE, una zona de supervivencia. Ambas mantienen un alto nivel de acción y una exagerada dificultad.
STRAFE tiene todo lo que un FPS necesita, e incluso lo lleva a un nuevo nivel. En tan solo unos breves minutos logra plasmar su brutal experiencia a base de una violencia extrema. Es un torrente de acción y un elixir de Gore. Saltar, correr y disparar jamás se sintió tan bien. Sin mucho más por agregar, STRAFE junto a DUSK son esos Shooters que buscan llenar el vacío existencial que dejaron los clásicos de los 90s. Sin duda un Must-Have para los seguidores de los FPS.
NOTA FINAL: 9/10
Puntos Positivos:
- Mecánicas jugables simples, pero efectivas.
- El ritmo de acción es constante.
- Una banda de sonido muy bien lograda.
- El diseño Rogue-Like en sus escenarios.
- Esa constante sensación de peligro.
- El Uber-Gore entrega una brutalidad extrema.
- Gran variedad de enemigos.
- Los modos extra le dan aún más vida.
- Un fuerte regreso a las raíces.
- Una dificultad exageradamente alta.
Puntos Negativos:
- Quizás demasiado.
A continuacion pueden encontrar la galeria de videos del modo STRAFEZONE con el recorrido de su campaña.