Título: Monster Boy and the Cursed Kingdom.
Género: Acción.
Desarrolladora: Game Atelier.
Editora: FDG Entertainment.
Fecha de lanzamiento: 04/12/2018.
Precio: $39,99.
Plataformas: Playstation 4, Xbox One y Nintendo Switch.
Disponible en: Playstation Store.
Review: Realizado en su versión de Playstation 4 con una copia comercial proporcionada por FDG Entertainment.
La aventura comienza con nuestro pequeño héroe pescando algo para cenar en los alrededores de su hogar, cuando de repente un misterioso sujeto pasa sobrevolando la zona y conjurando hechizos a diestra y siniestra. Para nuestra mala fortuna, Jin es impactado por uno de ellos e inmediatamente pasa de ser un pequeño niño a un encantador cerdito, y no solo el, sino que todos en el reino de Monster World se han convertido en animales, y esperan por la llegada de un héroe que ponga fin al terrible reinado de terror que ha sembrado el mago de pocas pulgas. La premisa no es nada fuera de lo común, es más, podríamos concluir que cumple con los parámetros normales de una aventura de acción o cuento infantil.
Por un lado tenemos al intrépido héroe con sus valientes compinches, mientras que por el otro encontramos la otra cara de la moneda con el villano de turno y su aterrador ejercito de las tinieblas. No hay que darle muchas vueltas, eso es todo. Una intermitente lucha entre bien y mal para llegar a un bien en común. A pesar de la humildad de su narrativa, debo admitir que está muy bien cuidada e incluso esconde un par de sorpresas inesperadas. De todas formas, la trama no es más que una mera excusa para desencadenar una memorable aventura cargada de acción y emoción. Un épico viaje que nos llevara por los rincones más aterradores y oscuros de Monster World para dar caza a los emisarios del mal y conseguir la ansiada cura del terrible hechizo animal.
A pesar de que rinde tributo a una destacada saga de antaño, Monster Boy and the Cursed Kingdom cuenta con cierta identidad que le permite radiar con luz propia. Por lo tanto, no es un simple “lavado de cara” como ocurrió el año pasado con Wonder Boy: The Dragon’s Trap, sino que esta vez encontramos un juego completamente nuevo, que puede guardar ciertas similitudes con la clásica obra de Ryuichi Nishizawa, Wonder Boy in Monster World, pero que también se atreve a ir más lejos. A llevar la propuesta hacia nuevos horizontes con un sistema de juego modernizado y mucho más refinado que poco y nada tiene para envidiar a los más grandes del género.
En términos de jugabilidad nos encontramos con la siempre efectiva formula de plataformas/metroidvania, algo que se ha hecho común en estos últimos años en la escena independiente. Sin embargo, cada juego intenta aportar algo fresco y original a este concepto. Si bien es cierto que Hollow Knight dejo el listón demasiado arriba, hasta puntos absurdamente ridículos con la efectividad de su propuesta, esto no ha reducido el afán del resto de desarrolladoras por ambicionar a algo similar. Ya lo vimos el pasado mes de septiembre con el fantástico The Messenger y su continuo viaje temporal entre los 8 y 16 bits. Y ahora toca re-descubrirlo con Monster Boy and the Cursed Kingdom y su tentador reino animal compuesto por un cerdo, una serpiente, un sapo, un tigre y un virtuoso dragón. Este curioso ejército de cinco en uno será vital para abrirnos paso por el reino de Monster World y en especial para superar las duras tareas del jefe de turno.
Uno de los grandes atractivos de Monster Boy and the Cursed Kingdom es justamente esto, el cambio entre un tipo de personaje y otro para sacar partido de sus habilidades. Por lo tanto, al controlar a la serpiente podremos arrastrarnos sobre los matorrales. Por su parte, el sapo nos llevara a explorar las profundidades del océano y el tigre con su enorme fuerza destruirá los bloques de piedra que impidan nuestro paso. Por último y el más fuerte de todos tendremos al dragon, con quien planearemos por grandes alturas y lanzaremos fuego de manera constante. Tal vez, el menos destacable de todos sea el cerdito por su concepción y las inexistentes habilidades, sin embargo su fiel olfalto nos llevara a descubrir grandes secretos y jugosas trufas con las que desbloquear ítems especiales como bombas, rayos, huracanes o boomerangs.
Cabe destacar que esta serie de ítems cumplen una función determinante en la aventura, al menos en sus compases iniciales, por lo tanto, el uso de ellos será primordial para avanzar en las zonas, derrotar a un determinado jefe o superar el Puzzle de turno. Porque obviamente no solo vivimos de correr y machacar enemigos. Monster Boy and the Cursed Kingdom tiene momentos de lógica en los que nos invita a quemarnos brevemente el cerebro para avanzar. En cierta forma, podríamos concluir que tanto el escenario como el pequeño Jin crean una perfecta consonancia.
Escenarios meticulosamente diseñados para sacar el máximo rendimiento de las habilidades de nuestro grupo de animales con zonas de plataformeo rigurosas, que nos invitan a pensar rápido en cada ante cada acción, y también a cambiar de prisa entre una forma animal y otra, ya que en ciertos tramos pide una precisión realmente elevada. Para nuestra fortuna los controles se han pulido al máximo para entregar una experiencia de juego adecuada que responda a la perfección en cada situación. Por otro lado, el decorado de los escenarios es sugestivo con estructuras, plataformas, barriles y enemigos, muchos enemigos.
Todo meticulosamente diseñado para que salte a la vista lo que debemos hacer o cual es el camino a seguir luego de conseguir la habilidad o el objeto de turno. Aunque si nos perdemos podremos consultar un mapa que resaltara el punto de interés al que debemos dirigirnos. Cabe destacar que el diseño de sus escenarios es realmente increíble. Existen múltiples caminos ocultos que esconden grandes cofres con tesoros. Otros que están bloqueados y restringen su acceso al uso de una determinada habilidad. Acá es donde entra en juego el backtracking. Tal y como suele ocurrir en el género, cada tanto tendremos que regresar por sobre nuestros pasos para abrir puertas que antes permanecían cerradas, y de ese modo podremos desbloquear atajos realmente útiles para nuestra progresión, ya que el mundo de Monster World es realmente grande. No tanto como Hollow Knight, pero si tiene un nivel considerable de zonas con su particular diseño laberintico y un buen puñado de objetos coleccionables, tales como notas musicales con los que desbloquear nuevas melodías. Cofres con piedras especiales que permiten mejorar las características de nuestro equipo, armadura y armas con el herrero más cercano, u otros que ampliaran la barra de vida. Monster Boy and the Cursed Kingdom esconde múltiples sorpresas para los más dedicados e incluso algún que otro easter egg que nos plantara un lagrimón.
Además, es un juego muy versátil. Ofrece bastante libertad a la hora de personalizar a nuestros personajes gracias a gran cantidad de armaduras, espadas y escudos. Cabe destacar que cada uno de ellos es totalmente diferente y cuenta con su propia rama de atributos, por lo tanto, existen armaduras que cuentan con mayor resistencia frente a los ataques físicos y se ven complementadas por las bonificaciones del resto de sus accesorios, tales como las muñequeras para agilizar los movimientos o las grebas para dotarnos de un doble salto, congelar el suelo o caminar sobre las nubes. De modo que también cumplen un rol importante en la progresión de la aventura ya que son necesarias para superar alguna que otra prueba o zona. Lo mismo sucede con las espadas y escudos, que no solo cuentan con un incremento en el nivel de daño, sino que ofrecen movimientos especiales, tales como crear plataformas de hielo al tocar el agua o reflejar proyectiles enemigos como bolas de fuego o haces de luz.
Como podrán notar, todo en Monster Boy and the Cursed Kingdom esta cuidadosamente realizado para cumplir un rol y una función en especial. Quizás una de sus mayores contras sea el escaso nivel de dificultad. Existen una enorme variedad de enemigos con movimientos agresivos y ataques ciertamente potentes, pero casi todos caerán con uno o dos golpes, e incluso los imponentes Jefes Finales no se sienten como un verdadero reto, al menos en lo que a combate se refiere. El verdadero reto radica en analizar el escenario y descubrir la debilidad del Jefe de turno ya que para golpearlo tendremos que utilizar alguna habilidad o ítem especial.
Las imágenes hablan por sí solas. Monster Boy and the Cursed Kingdom es una verdadera bestia en términos gráficos. La dirección artística es una auténtica maravilla con escenarios que cuentan con un alucinante nivel de detalles y decorados únicos. Una enorme variedad de zonas y ambientes. Desde la clásica ciudad con sus habitantes y tenderos hasta bosques, cuevas de cristales o volcanes en erupción, mansiones embrujadas con sus aterradores fantasmas e incluso hasta barcos piratas. Todos ellos con un elegante decorado y un muy bien cuidado mimo por el detalle, además, no podríamos dejar atrás al fascinante diseño de personajes. Jin luce francamente genial y todas sus transformaciones son aún más increíbles, en especial la del cerdito y las excelentes animaciones faciales que se gasta cuando empieza a correr u olfatear.
Sin lugar a dudas, demuestra que no necesitamos de gráficos foto-realistas para sorprendernos. Y por si fuera poco, las cinemáticas de Monster Boy and the Cursed Kingdom lucen magnificas con ese distintivo toque cartoon.
Por su parte, el apartado sonoro no se queda atrás. Los compositores japoneses logran revitalizar las clásicas melodías de antaño con nuevas piezas musicales superlativas a base de instrumentos musicales como el piano, el violín o el saxofón. Todos estos elementos unidos confeccionan verdaderas delicias auditivas, que se incorporan naturalmente con el escenario. Aunque, si la nostalgia sede sobre nosotros, podremos apostar por oír las tradicionales melodías chiptune, siempre y cuando las hallamos desbloqueado durante la aventura.
Debo admitir que he pasado los últimos tres días encerrado en mi habitación con las persianas completamente cerradas y sin ningún tipo de comunicación con el exterior por la descabellada adicción y diversión que me ha proporcionado la obra de FDG Entertainment, Monster Boy and the Cursed Kingdom. No todos los días encuentro un juego que me absorba tanto en su mundo como lo hizo este fantástico sucesor espiritual del clásico, Wonder Boy in Monster World, que no ha hecho más que despertar al pequeño crio de 5 años que aun llevo dentro para llevarlo por una última vuelta en lo más profundo de sus recuerdos. Tras acabar The Messenger el pasado mes de septiembre no esperaba sorprenderme con otro Metroidvania, al menos no este año, sin embargo, me encuentro con una propuesta estupenda con una base de juego eficiente y una dirección artística admirable, que me ha dejado maravillado en más de una ocasión.
PALABRAS FINALES
Definitivamente, Monster Boy and the Cursed Kingdom llega en el momento justo para culminar un grandioso año para el mundo de los videojuegos, y en especial para la escena independiente, quienes no paran de sorprendernos con la alucinante escala de sus proyectos.
NOTA FINAL: 9/10
Puntos Positivos:
- Monster World, es un lugar de una belleza incalculable, pero también de múltiples peligros.
- El diseño de sus escenarios, cargados de atajos, coleccionables y secretos.
- Las transformaciones de Jin, son realmente geniales y le dan una enorme variedad a cada combate.
- Una enorme variedad de equipos y armas para desbloquear y utilizar.
- El apartado visual es una auténtica maravilla.
- Los imponentes Jefes Finales y sus metódicos enfrentamientos.
- El constante uso de Puzzles para progresar en la aventura.
- Algún que otro easter egg.
- Plataformas/Metroidvania, una combinación efectivamente letal.
Puntos Negativos:
- El inexplicable retaso en su versión de PC.
Los invitamos a visitar nuestra galería de imágenes y gameplays con los Jefes Finales.