Planet of Lana [Review]

Título: Planet of Lana
Género: Plataformas.
Desarrollador: Whisfully.
Editor: Thunderful Publishing.
Fecha de lanzamiento: 23/05/2023.
Precio: TBA.
Plataformas: PC, Xbox One, Xbox Series S/X (Game Pass).
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por Thunderful Publishing.

Ha pasado más de diez años desde que Playdead debutara en la industria de los videojuegos dejando su particular visión en un mercado sobresaturado de AAA. Desde entonces se ha convertido en toda una influencia para cientos de desarrolladores a lo largo y ancho del planeta siendo, quizás, INSIDE, uno de los referentes más notorios en el género. Juego que desencadeno un impacto masivo en la psique de los jugadores como también en los desarrolladores al marcar una nueva tendencia en la narrativa siendo el lenguaje visual con la plasticidad los nuevos focos: manía de crear composiciones abstractas, pero expresivas. Muchos estudios se subieron al tren de los denominados “plataformeros cinemáticos” algunos supieron dar en la tecla justa para hallar el balance adecuado entre narración y jugabilidad como ser Journey, ABZU, DARQ, Mosaic o la serie Little Nightmares (con dos juegos simplemente brillantes). Mientras que otros pasaron sin pena ni gloria, STELA o el reciente Somerville. Hoy llega desde lo más remoto de Suecia Whisfully con su Planet of Lana para introducirse en aquel panteón dorado, y lo cierto es que los suecos han creado un viaje emotivo que deja sensaciones fuertes.

¿Qué sucedería si mañana despertases y todo lo que conoces desaparece? Todos los rostros que conocías se han esfumado por completo, y el lugar al que llamabas hogar ha sido reducido a la nada misma, y solo has quedado como un remanente para revivir esa pesadilla una y otra vez. Justamente asi da inicio esta emotiva aventura plataformera en la que asumiremos el rol de Lana, una muchacha intrépida que ha visto como el cielo se abrió por completo para dejar pasar a seres robóticos que comenzaron a cosechar a todos los humanos y animales de aquel vibrante planeta. Uno por uno fueron cazados en jaulas metálicas para ser procesados, como si se tratase de “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells por los tintes ciencia ficción sobre los que establece su atmosfera. Lana se niega a renunciar a sus amigos por lo que emprenderemos un viaje solitario por todo el planeta para devolver el equilibrio entre humanos, naturaleza y animales en aquella arca de tierra y agua.

Planet of Lana continúa con la tendencia de la narración interpretativa, es decir, hacer uso del lenguaje visual como principal recurso narrativo. A raíz de este concepto, no encontramos diálogos o textos sino que la propia interaccion y/o escenario funciona como un medio expresivo a través de sus composiciones y/o movimientos: arboles, piedras, dibujos, símbolos o rompecabezas. Todos y cada uno de estos elementos forman un eslabón en una cadena narrativa para contar una emotiva historia de supervivencia y compañerismo, una que me recordó bastante a ICO de Fumito Ueda con esa ambientación tan opresiva y desalentadora en la que tenemos todo en contra, pero aun asi, nos aferrábamos a la esperanza en las manos de una muchacha. Sin embargo, en este caso será en las garras de lo que parece ser un tipo de gato. Esta travesía tiene origen en un planeta exótico por lo que descubriremos toda clase de criaturas salvajes que no dudaran ni un momento en abrir sus fauces para devorarnos. Afortunadamente Mui, la bola de pelos negra, será ligeramente diferente al resto, y es que se convertirá en nuestro fiel compañero. Aquel faro constante en un entorno salvaje con quien podemos superar toda clase de retos físicos y mentales. Al fin y al cabo, Planet of Lana se presenta como un plataformero de corte cinemático, pero en su interior lleva el espíritu indomable de un rompecabezas que altera experimenta su fórmula en cada paso.

A nivel jugable, Planet of Lana hereda muchas de las mecánicas habituales del género; un botón para echarse a correr, otro para saltar y uno para coger objetos. A su vez, estas funciones entran en conjunción con Mui (nuestro fiel compañero), que podremos direccionar en el entorno para que realice acciones tales cómo lanzarnos cuerdas, morder cables, llamar la atención de los robots o por el contrario usar sus poderes para controlar a la fauna local, y así, sacar provecho de los escenarios al extender plataformas de musgo, succionar agua de lagos o hipnotizar criaturas para utilizarlas como plataformas de carga. Lo cierto es que para tratarse de un juego relativamente corto cuenta con una buena variedad de puzles con los que mantener un ritmo de juego  fluido. La forma en que el escenario o la propia flora/fauna local responden a cada acción da cierta sensación de poder a pesar de encontrarnos en desventaja. Por lo general Wishfully apuesta más por la física, pero cuando lo desea saca algunos retos muy bien peculiares como el uso de la iluminación o mensajes cifrados por símbolos en el escenario o el propio sonido, (que me recordó bastante al reciente The Last Case of Benedict Fox).

La ambición del estudio es indiscutible y para tratarse de un plataformero en 2.5d ha experimentado toda clase de mecánicas hasta el grado de introducir eventos de QTE. Así es, existen tramos en los que tendremos que machacar botones como un condenado para superar ciertas situaciones peliagudas. Esto supone un serio retroceso para el género, y especialmente para sus tramos finales que pierden algo de fuerza. Era imposible no recordar a INSIDE de Playdead y todo lo que consiguió o suponen sus 15 minutos finales, para que ocho años más tarde los vea destruido en pedazos con una dirección cuestionable. En el fondo cuesta entender esa experimentación. Planet of lana es un juego que funciona bien cuando lo desea con planos y composiciones jodidamente brillantes, que te hacen parte de su mundo, pero después rompe todos estos conceptos con eventos de QTE. Como consecuencia deja una sensación agridulce en cuanto al manejo de la protagonista, es decir, los movimientos de Lana no se sienten del todo estrictamente humanos con una seria falta de plasticidad o peso en su ir/venir, a diferencia de otros títulos asiduos en el género como ser INSIDE, Little Nightmares, Mosaic o DARQ. De todas formas, no es algo que empañe seriamente la experiencia, al fin y al cabo, Planet of Lana tiene más aciertos que fallos, y claramente sus controles responden de forma precisa a cada accion.

Una odisea especial que se siente familiar con una dirección artística simplemente preciosa que recuerda bastante a Ghibli. Planet of Lana encuentra el balance adecuado para transmitir el frío de la soledad con la calidez de la esperanza en una serie de composiciones vibrantes. La mayor parte del juego estaremos a las corridas, pero alucinando con el acabado de sus escenarios dibujados a mano. Pasaremos de aldeas a zonas boscosas, desiertas e incluso interiores fríos y metálicos dentro de una misteriosa nave espacial. Ya sea de día o de noche en una caverna o en la basta soledad del desierto. Lo cierto es que Whisfully se las ingenia para crear escenarios preciosamente expresivos que nos hablan a través de su decorado y con los que podemos estrechar un vínculo. Ese lenguaje visual tan bastardeado, pero innegablemente misterioso que lleva a reflexionar, y jugar con las ideas porque solamente así perdura eternamente un juego en nuestra memoria. Planet of lana tira de las cuerdas correctas para mantenernos atrapados de su odisea especial preparándonos para lo peor y rezando por lo mejor.

Luego de una temporada fallida era hora que llegara uno que hiciera bien las cosas y reivindicara al género. Wishfully no inventa nada nuevo, y ciertamente hereda conceptos de otros colosos, pero su peculiar forma de avanzar en su peligroso planeta y la experimentación de sus mecánicas a través de un compañero le da un toque extra de emotividad a un relato, ya de por sí muy sentimental. Los tonos emocionales con esa ambientación de ciencia ficción dejan un arte simplemente superlativo. La ambición por diferenciarse del resto quizás le termina pasando factura con unos QTE cuestionables, especialmente durante su tramo final. Pero no puede negarse la precisión de sus respuestas en el resto de apartados. Una aventura divertida y emocionante que nos tendrá preocupados por Mui, y como no, pegados de la pantalla persiguiendo la última luz de esperanza por más de 4 horas, mientras disfrutamos de un precioso arte al estilo Ghibli.

Puntuación: 4 de 5.

Puntos Positivos:

  • La apuesta por el lenguaje visual le sienta muy bien.
  • Artísticamente es toda una maravilla.
  • Puzles variados que van de menos a más.
  • La mascota le da cierto soplo de aire fresco con una relación emotiva.

Puntos Negativos:

  • El uso de QTE no termina de cerrar del todo.
  • Los tramos finales pierden algo de fuerza.

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