Título: Black Mirror.
Género: Aventura Grafica.
Desarrolladora: King Arts.
Editora: THQ Nordic.
Fecha de lanzamiento: 28/11/2017.
Precio: ARS$ 329,99.
Plataformas: PC.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por THQ.
Black Mirror es una poco acertada reinvención de una gloriosa trilogía de aventuras gráficas. En esta ocasión, King Arts decide seguir el camino del 3d para acentuar las mecánicas de juego, sin embargo, estas no terminan de adaptarse del todo bien e inevitablemente conllevan a un juego tosco y poco intuitivo, por una serie de animaciones irregulares y un control poco impreciso. Lamentablemente el salto a los planos tridimensionales no lo favorece del todo y termina eclipsando la que podría ser una correcta aventura de Point and Click, tal y como sucedió unos meses atrás con el nefasto, Syberia 3. De todas formas, antes de sentenciarlo a la perdición por sus falencias es necesario destacar alguno de sus significativos atributos.
Una de las principales virtudes es la historia, si bien no es memorable se deja seguir con interes. Black Mirror nos sumerge a una mansión escosesa para desentrañar los misterios que rondan por sus proximidades. Durante la aventura tomaremos el control de David Gordon, un sujeto común y corriente que ha recibido la nefasta noticia de la muerte de su padre, sin embargo, antes de partir, este lo dejo como principal apoderado de su mansión. Es así como la verdadera aventura comienza a dar sus primeros pasos.
De momento, intentare no profundizar demasiado en la trama para así evitar mencionar spoilers mayores. Black Mirror es un juego que toma como principal fuente de inspiración las obras literarias de Edgar Allan Poe y Lovecraft, por esta razón encontraremos terrores cósmicos y una inquietante atmosfera llena de locura y descontrol. Mansiones embrujadas, fantasmas y una antigua maldición que desea llevar al linaje de David a la perdición. Atormentado por las pesadillas y alucinaciones de un pasado incierto, David comenzara a experimentar en carne propia los males que azotaron a su padre y que lo llevaron a quitarse la vida. A medida que avanzamos iremos descubriendo una correcta trama de suspenso con una buena dosis de terror y algún que otro giro inesperado. Aunque desafortunadamente los personajes secundarios no terminan de explotarse al máximo y muchos de sus ideales se van perdiendo lentamente sobre la marcha. Uno de los principales problemas narrativos de Black Mirror es el poco tiempo que se toma para construir vínculos y proyectar las personalidades de sus múltiples personajes. Todo sucede tan de prisa que no proporciona el tiempo necesario para construir un mejor arco narrativo, más rico y profundo.
Afortunadamente la ambientación no se ve afectada en lo más mínimo y logra entregar una serie de planos visuales encantadoramente inquietantes. La mansión tiene un diseño gótico sencillamente sensacional y generalmente lo mantiene a flote con una iluminación sobresaliente donde predominan los tonos oscuros y la proyección de efectos visuales como la niebla o el humo para mantener una imagen lúgubre. Además, una de sus principales virtudes es la iluminación. Durante el juego utilizaremos constantemente candelabros y velas para iluminar habitaciones o algún que otro camino y la representación de estos detalles está muy bien conseguido, lejos del foto realismo, pero con una dirección artística correcta. Por otro lado, los juegos de cámara permiten perfeccionar la ambientación al exponer una serie de planos visuales increíbles, mención especial para el muelle, el bosque o la iglesia. Todos sus escenarios lucen realmente bien y poco y nada hay para reprocharle en lo que se refiere a fidelidad visual. Quizás el film Grain es algo fuerte y empaña la nitidez de las imágenes, pero es algo que se puede ajustar desde el mismo menú de opciones.
Black Mirror solía ser una saga de Point and Click tradicional, una aventura gráfica pura y dura, de esas que tomas el puntero del mouse y haces clic sobre el escenario para interactuar con elementos y objetos. En cierta forma mantiene un sistema de juego similar, a través de una sucesión constante de situaciones lógicas, pero de un modo automatizado. Una serie de Puzzles de una resolución inmediata, no hace falta regresar sobre nuestros pasos o comernos demasiado la cabeza para resolverlos. Todos tienen una solución sencilla e incluso están bien ejecutados con las direcciones necesarias para crear un ciclo de juego dinámico. Los Puzzles tienden a tirar de documentos, citas textuales a examinar o alguna que otra interacción con el escenario, tales como activar palancas, reconstruir rompecabezas, descubrir contraseñas o interpretar pictogramas. No hay gran complejidad en su resolución, además, para contrarrestar con ese ciclo de lógica también introduce momentos interactivos a través de una serie de proyecciones fantasmales en las que podremos encontrar información adicional sobre la repentina muerte de los miembros de la familia.
Por otro lado, al entrar en contacto con los fantasmas corremos riesgo de perder la partida y morir inesperadamente, lo que nos llevara a una lamentable pantalla de Game Over y a recargar el punto de control más cercano. No supone un gran problema, salvo por los extensos tiempos de carga. Uno de los principales males de Black Mirror, (aunque lejos de ser el peor), son los interminables tiempos de carga entre una zona y otra.
Al desarrollar su aventura en una mansión deberemos viajar de una habitación a otra de manera regular, y desafortunadamente al hacerlo nos comeremos unos 30 segundos de carga, (tal vez mas). No es mucho, pero al hacerse constante supone un serio problema y estropea todo grado de inmersión al romper con el ritmo de juego tan fluido que lo identifica. Siguiendo la línea de irregularidades encontramos un trabajo de traducción pobre con discrepancias en los subtítulos y por momentos una inexistente traducción al simplificar oraciones, algo que puede afectar seriamente la compresión de la trama. Sin embargo, el mayor de sus problemas viene por el lado de la jugabilidad con un control tosco y una cámara imprecisa.
Desafortunadamente al pasar a la vista tridimensional toda la precisión del Point and Click se perdió por completo. Sí, hay un mayor margen de movimiento, pero la cámara tiene ciertas restricciones sobre todo en los ángulos de vision, que proyectan puntos flojos que entorpecen la exploración, sobre todo en momentos claves de la aventura, tales como adquirir un ítem o interactuar con algún determinado objeto. Al restringir el campo de visión crea una serie de limitaciones artificiales, que dificultan la transición e incluso las propias animaciones se ven afectadas por estas deficiencias. Eventualmente lleva a crear situaciones erráticas como chocar con campos artificiales o girar al personaje sobre propio eje sin avanzar lo más minimo. En pocas palabras, Black Mirror, peca de un control impreciso, no está ajustado del todo bien para mantener un sistema de juego eficiente.
Black Mirror es una irrevocable mancha en el legado de una exitosa trilogía de aventuras gráficas. Desafortunadamente esta reinvención no logra alcanzar su potencial por unas claras deficiencias en su jugabilidad. Aun así, no todo esta totalmente perdido. King Arts logra concebir una correcta historia de suspenso que tiene los ingredientes adecuados para mantenernos absortos en su inquietante atmosfera. Sin embargo, poco a poco esta inmersion se ira perdiendo por sus falencias. Tal vez, una jugabilidad más pulida, Puzzles más elaborados, menos tiempos de carga y una traducción más precisa solucionarian sus mayores males.
NOTA FINAL: 6/10
Puntos Positivos:
- Ambientación inquietante y muy bien conseguida.
- Una historia atrapante que se sigue con interes.
Puntos Negativos:
- Aunque el final deja mucho que desear.
- Pésima adaptación del control.
- Una cámara imprecisa que entorpece la exploración.
- Extensos tiempos de carga.
- Puzzles flojos y poco desafiantes.
- Para ser una Aventura Grafica abusa de los Quick Time Event.
- Errores en la traducción y una seria simplificación determinadas frases.