Ministry of Broadcast [Review]

Título: Ministry of Broadcast
Género: Plataformas/Puzzles.
Desarrolladora: Ministry of Broadcast Studio.
Editora: HitCents/Playsim.
Fecha de lanzamiento: 30/01/2020.
Precio: $179,99.
Plataformas: PC.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por HitCents.

Con muchas expectativas me avente frente Ministry of Broadcast, una de las más recientes promesas de la escena independiente, y  debo admitir que la profunda inspiración por la novela, 1984, de George Orwell, con el afán de construir una sociedad dividida y empujada a realizar acciones tortuosas para alcanzar su inconmensurable deseo de libertad. Me sedujo desde un primer momento. Además, este reflexivo guion se fortalece por el ajustado script de su Reality televisivo moderno.

Entonces, Ministry of Broadcast no es un simple juego comercial que apuesta por el plataformeo irracional, más bien, todo lo contrario. Cada una de sus situaciones lógicas se resuelve con una capa extra de lore, expandiendo delicadamente la atractiva narrativa. Tal vez, a simple vista no parezca la gran cosa y ciertamente la humildad de sus controles no lo ayudara a destacar del resto de títulos del género, pero lo cierto es que Ministry of Broadcast es una propuesta sumamente original y refrescante por las disparatadas situaciones que desarrolla en pantalla. A lo largo de la reseña destacaremos sus principales atributos como también sus puntos flojos.

En Ministry of Broadcast tomaremos el control de un sujeto común y corriente que ha llegado a las instalaciones para superar una serie de pruebas por parte del Régimen, y así, conseguir finalmente un pase para reunirse con su familia en los exteriores del gran murallón que divide al país.  Claramente, este famoso muro es otra evidencia de la división en la sociedad. A los ojos de un colectivo, el muro es tan sola otra barrera que ha separado un país de sus principios, sin embargo, en la individualidad el muro disuelve relaciones; como las de un hombre común y corriente con su familia. Por esta razón, nuestro personaje llega con un solo objetivo; ganar, a toda costa “El Show del Muro”, aquel programa televisivo moderno organizado por el régimen para otorgar el irrevocable deseo de libertad a sus participantes. Motivado por el anhelo de reencontrarse con su familia, a lo largo del Show seremos testigos de la naturaleza del ser humano y la fuerza imparable de un sistema absurdo que se niega a cambiar. Para su fortuna o miseria, Ministry of Broadcast desarrolla un breve e intenso relato sobre la manipulación y el espíritu de libertad corrompido por la represión política y social de un país fragmentado.

Por otro lado, Ministry of Broadcast no solo bebe de la novela de George Orwell, sino que para impulsar su cinematográfico estilo de juego toma como principal inspiración a clásicos como Another World o Prince of Persia, auténticas joyas de antaño. En consecuencia encontramos un juego avocado puramente al plataformeo con los reflejos y el timing como sus principales cimientos, por lo tanto, al momento de entrar a sus salas de escape tendremos que analizar rápidamente la carteleria y los detalles visuales para encontrar pistas sobre cuál es el camino correcto, y así, no ser víctimas de las trampas mortales que abunda sobre aquellas cuatro paredes. Incluso si deseamos escaparnos del guion, (ojo del régimen), seremos castigados por los guardias locales, de modo que necesitaremos reflejos rápidos para correr, saltar o colgarnos de alguna que otra saliente, como también calcular bien cada uno de los saltos, porque uno mal ejecutado llevara a una muerte inmediata.

Por otro lado, cada tanto tendremos que interactuar con algún que otro elemento, tal como activar interruptores o mover alguna que otra caja, una buena pizca de lógica con puzles ingeniosos y definitivamente crueles. A partir de este punto, “El Show del Muro” comienza a exhibir su verdadero rostro, el de un sádico y retorcido juego de miedo con obstáculos peligrosos y resultados poco convencionales. Al fin de cuentas, somos tan solo uno de los tantos participantes, y sacrificios deben realizarse… En cuanto a los controles, no hay mucho para destacar tan solo contamos con los movimientos básicos en el género de los plataformas bidimensionales; caminar, correr o interactuar. Junto a estas pocas, pero precisas mecánicas tendremos que luchar con las toscas animaciones del personaje para lograr alcanzar los sitios deseados al realizar un salto.

Cabe destacar que esto puede volverse algo tedioso en los tramos finales debido al exagerado uso de la prueba y error para superar las secuencias a contrarreloj, inevitablemente necesitamos conocer el panorama completo del escenario para finalmente avanzar sin sufrir daños, y esto, pues… nos llevara un buen par de intentos. Otro de los grandes aciertos proviene de su narrativa, gran parte de la historia de desarrolla a través de secuencias animadas que se integran de forma dinámica con el entorno o con los propios personajes con sus disparatados diálogos.

La escena independiente arranca el año con el pie derecho, Ministry of Broadcast no pretende revolucionar al género de plataformas, pero se toma un par de libertades para añadir diferentes capas para crear una narrativa convincente y poco convencional con temas oscuros y pesados, pero sin perder de lado la diversión.

En definitiva, Ministry of Broadcast mantiene el equilibrio perfecto con mecánicas ajustadas y toscas, quizás abusa demasiado de la prueba y error, pero al fin de cuentas se trata de una aventura breve. La duración no supera las 3-4 horas de juego y durante ese tiempo nos mantendrá pegados en la pantalla descubriendo los misterios del régimen y su “Show del Muro”.

NOTA FINAL: 8/10

Puntos Positivos:

  • La evidente inspiración en la novela de George Orwell.
  • Una historia convincente que se sigue con interés.
  • El lenguaje visual en el decorado de su escenario.
  • Un buen balance entre Plataformeo/Puzzles.
  • El humor negro para impulsar su relato.

Puntos Negativos:

  • Los controles pueden resultar algo toscos.
  • Cierto abuso del ensayo y error.

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