Firmament [Review]

Título: Firmament.
Género: Rompecabezas.
Desarrollador: Cyan Worlds Inc.
Editor: Cyan Worlds Inc.
Fecha de lanzamiento: 18/05/2023.
Precio: $2, 160,00 ARS.
Plataformas: PC.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por Cyan Worlds Inc.

Los hermanos Miller no son ajenos al éxito siendo uno de los mayores referentes en lo que a puzles se refiere en el mundo de los videojuegos. A través de su estudio fundado en 1987, Cyan Worlds han dejado auténticas maravillas que fundaron los cimientos del género, y con ello, cosecharon una envidiable reputación dentro de sus pares con algunos FPP (First Person Puzle) preciosos e invaluables como ser el caso de Myst, Riven u OBDUCTION. Cada uno de ellos ha marcado un punto de inflexión para el estudio norteamericano, y por consecuente, la enorme capacidad para crear arte sobre entornos compactados. Construir y deconstruir sus propios principios ha hecho que lo cataloguen de pretenciosos, pero lo cierto es que ha permitido avanzar a un género olvidado. Cyan World es sinónimo de innovación cada uno de sus juegos apuesta por un concepto diferente, en las que el propio jugador es un protagonista más de la aventura. Tras más de tres largos años cocinándose a fuego lento, y como producto de otra exitosa campaña de financiación colectiva en la plataforma de Kickstarter, llega FIRMAMENT. Otra titánica odisea en un mundo tecnológicamente abandonado con una fabulosa pinta Steampunk y un puñado de retos ambientales que alteran en tiempo real sus reinos. Mientras teje silenciosamente bajo bambalinas la que posiblemente podría ser, una de sus mejores historias con una buena dosis de existencialismo, que no sentíamos desde The Talos Principle.

Firmament da inicio en lo  más profundo de unas instalaciones, (lo que parece ser una sala de máquinas), por lo que despertamos de un largo sueño con el vapor de las mismas respirándonos sobre el cuello para ser recibidos por una misteriosa mujer que se denomina como “Mentora”, una guía espiritual que nos acompañara durante esta épica odisea para sortear toda clase de retos lógicos. La misma nos bendecirá o maldecirá, según sea el caso, con el término de “Guardián del Firmamento”, ella fue un Guardián en el pasado, y una vez hubo muchos otros Guardianes también. Por lo que la aventura gira en un círculo vicioso y tiene todo un rollo existencial con tintes filosóficos sobre la humanidad, el tiempo y lo efímero de la propia vida. Temas poco frecuentes, pero profundos con los que reflexionar y despertar del eco de la monotonía en el que nos tienen sumisos los juegos promedios.  Por ello utiliza notas con fragmentos de texto que desarrollan los eventos que ocurrieron en aquel lugar místico como también abordan en las funciones del propio guardián o su dispositivo especial el “adjunto

 Otro de los recursos narrativos recae en los diálogos siendo La antigua guardiana una compañera ideal con la que romper la soledad que generan sus escenarios. Cada tanto realiza comentarios agudos sobre el pasado o los misterios que rodean al propio Firmamento, y con esto es posible intuir hacia donde giran los compases, aunque nunca estaremos del todo seguros, pues, ella misma ha dicho que no podemos confiar en su palabra. Por esta razón tendremos que descubrir todo por nosotros mismos, y la mejor forma de hacerlo será observando. Analizar cada uno de los pixeles del escenario, no solamente para resolver el puzle de turno sino también para absorber los secretos que se esconden tras las paredes en cada composición. Por lo que podemos afirmar que Firmament hereda muchos elementos icónicos de sus predecesores al fortalecer su relato con simbología e interpretación visual con un importante acento en la teatralidad al momento de construir y deconstruir cada escenario como si cada una de sus arcas con las torres tuvieran un propósito mayor.

A medida que avanzamos tendremos que superar toda clase de retos mentales de corte ambiental con mecanismos e interruptores mecánicos que demandan energía o tracción para ser activados. Afortunadamente en nuestra mano llevamos todo lo que necesitamos, El Adjunto. Esta revolucionaria herramienta de la tecnológica similar al Pip Boy 2000 con la que podremos interactuar con la vasta mayoría de dispositivos tecnológicos de los reinos del Firmamento para resolver los curtidos acertijos que han parido los chicos de Cyan World. Muchos de ellos se resuelven de manera intuitiva al ser contemplativos. Con tan solo prestar una buena mirada al entorno para descubrir la forma en que interactúan rieles, polos magnéticos o carros de transporte, y entre todos ellos emerge el Adjunto como la pieza mágica con la que interactuar, y activar toda clase de dispositivos móviles que permitirán direccionar campos de energía, plataformas.

El adjunto se acopla de manera instantánea en los múltiples conectores como si se tratase de un cable, y con la energía del mismo podremos alterar los comportamientos de los distintos mecánicos; abrir, cerrar, extender, multiplicar o dar energía. Firmament concentra este puñado de mecánicas en una sola herramienta para crear todo un marco arquitectónico con el que descomponer cada uno de sus reinos, que parecen pocos en un comienzo, pero con una escala apabullante por la que puede intimidar con su escala o número de “conectores” pero allí es cuando entra en juego la experimentación, pues, Firmament no castiga ni penaliza ninguna clase de error, al menos no de manera intencional. Aunque si cuenta con un buen número de bugs que nos harán cargar la partida debido a caídas al vacío o salidas espontaneas de plataformas al tener huecos artificiales. De todas formas, la dificultad no es para nada exagerada y la mayor parte del tiempo nos lleva de la mano, a diferencia de otros títulos del estudio o del propio género que ofrecen mayores variantes en mecánicas o introducen continuamente nuevos conceptos o leyes lógicas (The Talos Principle o The Witness). Incluso tendremos una zona de descanso con la que despejarnos momentáneamente para regresar nuevamente en una batisfera al reino de turno. Este tipo de nexo le sienta realmente bien y hacen que la exploración y la propia progresión del juego sean mucho más fluida sin caer en la monotonía del backtracking, especialmente si consideramos que tenemos que adquirir mejoras en el guantelete mágico.

Una de las fortalezas de Firmament recae en su apartado visual, tiene una presentación simplemente alucinante con una escala envidiable. Paisajes de una belleza absoluta con ambientaciones totalmente diferentes; áreas montañosas cubiertas por nieve o bloques gigantescos de escarcha hacia zonas de un tono industrial con fábricas abandonadas. Presenta una asfixiante atmosfera de corte steampunk con tuberías de gas y humo cubriendo cada superficie. También encontramos plataformas obstaculizadas por el agua o invernaderos cubiertos de vegetación en un ingenioso sistema de  asesores, como si se tratasen de jardines colgantes. Firmament tiene un tono mecánico retro futurista muy bien conseguido que realmente da la sensación de estar solo en un mundo olvidado, esa sensación de soledad es atractiva, pero inquietante, y deja un puñado de incógnitas a resolver mientras avanzamos por cada escenario.

En lo estrictamente técnico deja un sabor agridulce, es decir, cuenta con una dirección artística atractiva, y por momentos se ve francamente bien con texturas de alta resolución que prácticamente generan escenarios expresivos, especialmente para los objetos del entorno como las tuberías, estructuras metálicas, mecánicas o los propios fondos con las montañas que abrazan los extremos de cada reino. Mientras que por el otro lado, deja frio por la flaqueza del modelado de personajes o la propia decoración de interiores o arbolado con una carga grafica abusivamente pobre para lo que demanda en rendimiento. No todo es color de rosas, y la optimización tiene ciertas asperezas con algo de Stuttering. Acceder a la batisfera o los reinos se traduce en unas rascadas importantes, que no se irán ni bajando los gráficos. Un detalle a tener en cuenta para los equipos más modestos, y algo a revisar en la futura tanda de actualizaciones.

Mi paseo por Firmament me ha recordado porque los videojuegos son tan especiales. Cyan World tiene esa delicada manía de ofrecer pequeñas victorias interiores, esa dulce sensación de odio que genera mirar al vacio durante 10 o 30 minutos intentando encajar los interruptores para que minutos después nuestra cabeza haga “Click” y los ojos se enfoquen en la solución para recibir aquel torrente de satisfacción al superar el reto de turno. No hay mucho para reprocharle, quizás algunas asperezas técnicas, pero nada que perjudique la experiencia global. Firmament es una buena forma de introducir al público casual al género de los FPP o con la que mantener atrapados a los veteranos por un puñado de horas en sus preciosos paisajes.

Puntuación: 4 de 5.

Puntos Positivos:

  • Todo el rollo existencial que gira en su trama.
  • Paisajes simplemente preciosos con una buena variedad de entornos.
  • Puzles ambientales intuitivos.
  • La sensación de soledad que produce explorar sus tierras.

Puntos Negativos:

  • Optimización algo floja.
  • Algun que otro bug.

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