The Stillness of the Wind [Review]

Título: The Stillness of the Wind.
Género: Aventura narrativa.
Desarrolladora: Memory of God.
Editora: Fellow Traveler.
Fecha de lanzamiento: 07/02/2019.
Precio: $135,99 ARS.
Plataformas: PC y Nintendo Switch.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia comercial proporcionada por Fellow Traveler.

Tras unas pequeñas vacaciones regresamos con pilas nuevas para hacer eso que tanto nos gusta, analizar videojuegos y traer novedades a nuestros seguidores. Por lo tanto, arrancamos el mes de febrero con la nueva aventura narrativa de Memory of Gods, The Stillness of the Wind, un juego que (a simple vista), puede recordar a Stardew Valley, por su temática, sin embargo, es mucho menos que eso, pero no me malinterpreten, no lo digo de mala manera.

The Stillness of the Wind opta por contar una historia durante sus breves, pero intensas horas. Lo nuevo de Memory of Gods intenta hacernos reflexionar sobre la vida y la perdida a través de las vivencias de una pequeña anciana que ha quedado completamente sola en su pequeña granja. Toda su familia ha abierto las alas para proyectar un futuro mejor en la ciudad. Sin embargo, esta aventura nos demuestra que a pesar de la distancia, los lazos permanecen unidos en el corazón.

The Stillness of the Wind toma muchos elementos en común de Where the Goats Are, la aventura original del estudio, pero en esta ocasión encontramos un acabado técnico más elaborado y un sistema de juego más conseguido con un puñado de nuevas mecánicas. Además, a esto hay que sumarle una cierta sensación de libertad que ofrece su escenario. A diferencia de su predecesor, ahora si podremos abandonar la granja para explorar las cercanías, y en el camino interactuar con ciertos puntos de interés. Sitios en los que Talma realizo algún tipo de actividad en especial que la llevara a recordar momentos de su niñez o adolescencia. Y eso, es justamente lo que hace de The Stillness of the Wind, una experiencia conmovedora y humana.

En cada pequeño cuadro intenta retratar un momento especial de su vida. Y con ello crear ese vínculo especial con el jugador, que demostremos interés por su vida y que nos veamos retratados en ella, de una u otra manera. Al fin y al cabo, todos tenemos una abuela/o a quien echamos de menos o con quien ya no compartimos tanto como nos gustaría, y The Stillness of the Wind logra abrirnos una puerta hacia esa imagen que desconocemos. Hacia esos sentimientos que permanecen en silencio, la soledad, nostalgia o esperanza.

A pesar de la humildad de la propuesta, es importante destacar la representación de Talma, que es sin lugar a dudas, es sobresaliente. Una anciana que con todas sus dolencias aún puede encontrar tiempo para jugar con una rama e incluso hacer sus actividades más llevaderas al cantar o tararear una canción. Pero, el momento más especial es cuando llega el cartero, y en su rostro se dibuja una pequeña sonrisa, no solo por las noticias que recibirá del mundo exterior o sus familiares, sino por esos pequeños instantes de contacto con otra persona. Ese breve intercambio de palabras con alguien a quien llamar amigo. Son estos momentos los que demuestran porque The Stillness of the Wind es una experiencia especial.

En cuanto a términos de jugabilidad, The Stillness of the Wind ha introducido un par de ideas nuevas para ampliar mecánicas de juego. Ahora existen muchas más semillas que cultivar lo que conlleva a nuevas plantas y verduras para recolectar y eventualmente cocinar o tradear con el mercader. Ya que ahora el mercader cuenta con una lista de objetos más variada e incluso ofrece objetos exclusivos con los que mejorar la estética de la granja. Desafortunadamente ninguno introduce nuevas funciones o mecánicas. Tan solo son objetos con los que modernizar la comodidad de la anciana. Por otro lado, uno de los grandes cambios viene por el lado del control, anteriormente en Where the Goats Are todo era estrictamente lineal y cerrado. Todo se desarrollaba en la propia granja, pero acá tenemos algo más de libertad ya que podremos explorar las inmediaciones en busca de sitios de interés, y también algunas setas y semillas para plantar o hacer negocios.

En cierta forma, ahora hay una mayor variedad de opciones a la hora de iniciar el día, podremos optar por perder el tiempo rememorando el pasado y dibujando sobre la arena o realizar las tradicionales actividades de granja, tanto agrícolas como ganaderas: buscar agua, plantar semillas, regarlas y esperar ansiosamente por ver crecer sus frutos, ordeñar cabras para obtener queso con su leche, recoger los huevos de las gallinas y eventualmente intercambiarlo por otros ítems de mayor interés.

Cabe destacar que al vivir completamente sola, Talma tendrá que hacerle frente a todo tipo de males, entre ellos las inesperadas visitas de los pájaros, cuervos o aterradores lobos, que por las noches atacaran la granja. Por suerte tendremos una escopeta con la que defendernos, sin embargo, las balas no son nada baratas y por esta razón tendremos que cultivar, ordeñar y buscar hongos para tener mayor efectividad en los intercambios. Pero no todo es trabajar en The Stillness of the Wind, también propone ciertos momentos de paz y tranquilidad en el interior de su pequeña casa. Relajarnos en el desgastado sillón para leer algún cuento o historia, pero la lectura más importante será la que llegara diariamente con el mercader en forma de carta. Noticias sobre el dia a dia de sus amigos y familiares en la gran ciudad y los peligros a los que se exponen.

Aunque The Stillness of the Wind dibuja un calmado y reflexivo viaje espiritual, no todo es color de rosas. Actualmente cuenta con una buena cantidad de bugs que pueden arruinar la experiencia de juego. Entre ellos podemos destacar las físicas de los objetos. El balde con el que recolectaremos agua o leche fácilmente puede adherirse a las paredes de la granja, es un bug muy frecuente y lo peor de todo es que no podremos volver a recogerlo. Este quedara completamente trabado y tendremos que iniciar una nueva partida, lo cual puede ser frustrante si llevamos un tiempo considerable de juego. Otro de los temas a tratar es el nivel de hambre de Talma, que prácticamente está roto. No existe ninguna diferencia entre comer o no hacerlo, no afecta en la stamina del personaje ni en el desarrollo de sus actividades, y por la naturaleza del juego tampoco podrá morir de esa manera.

A nivel visual, The Stillness of the Wind ha recibido un ligero lavado de cara. Sin embargo, aún mantiene intacto su espíritu con su  atractiva tonalidad amarillenta. La granja cuenta con un diseño similar al de Where the Goats Are, pero con una importante mejora visual, mayor detalles y muchos más objetos en pantalla. De todas formas, el verdadero impacto viene en las tomas cercanas al entrar a la vivienda para descansar o comer algo o al propio taller donde interactuar con la leche para crear queso. A todo esto, hay que sumarle el clima con sus violentas lluvias, viento y truenos, que están realmente conseguidos y alteran la imagen original del juego.

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PALABRAS FINALES

De todas formas, con todas sus falencias, The Stillness of the Wind logra ganarse un lugar en nuestro corazón por la pureza y simplicidad de su relato. La rutina de Talma se siente como una lenta caminata por la soledad, nostalgia y esperanza. Una experiencia de juego absolutamente conmovedora y reflexiva como pocas que no debe pasar desapercibida.

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NOTA FINAL: 8/10

Puntos Positivos:

  • Una historia que despierta sensaciones.
  • Cada una de sus cartas.
  • Algo simple, pero imponente.
  • El acabado visual está bien conseguido.
  • Talma, una anciana llena de energía y vida.
  • El vínculo tan especial que supone cada visita del mercader.

Puntos Negativos:

  • Algún que otro bug.

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