Streets of Rage 4 [Review]

Título: Streets of Rage 4
Género: Beat-Them-Up.
Desarrolladora: LizardCube.
Editora: DotEmu.
Fecha de lanzamiento: 30/04/2020.
Precio: $224.99 ARS.
Plataformas: PC, Playstation 4, Xbox One y Nintendo Switch.
Disponible en: Steamy Game Pass.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por DotEmu.

Tal y como sucedió con Wonder Boy: The Dragon’s Trap en el lejano 2016, los chicos de LizardCube han decidido apostar, una vez más, por el factor nostalgia para despertar a otro gigante de la época dorada de los 16 bits. Y ese es ni más, ni menos, que Streets of Rage. El Beat-Them-Up por excelencia de Sega, que estuvo abandonado por más de 25 largos años. Entonces, el estudio francés nos invita a despertar al crio que llevamos dentro con Streets of Rage 4, una suerte de “modernización” del clásico de antaño con un importante lavado de cara, pero manteniendo intacto el efectivo sistema de combate, que tantas horas de diversión entrego en los Arcades.

A lo largo de esta generación, el género del Beat-Them-Up ha dado ciertos flashes intermitentes de vida, nótese Mother Russia Bleeds, Fight’N Rage o River City Girls, pero ninguno tan considerable como el que tenemos hoy entre manos. Probablemente debido al efecto nostalgia. Al tratarse de un juego tan querido por parte del público, el ansia de ver regresar por la puerta grande a su “machaca-botones de la infancia” era francamente invaluable. De todas formas, si miramos en retrospectiva podremos notar como la mayoría de desarrolladores/editoras han optado por probar suerte en el mercado de la remasterización con aquellas franquicias que les dieron el “renombre” que tienen hoy en día, en lugar de arriesgarse a crear nuevas IPs.

De todas formas, el clásico de todos los tiempos ha regresado para quedarse e instruir nuevos adeptos hacia el placentero mundo del Beat-Them-Up, aquel que no necesita de grandes historias para darle sentido a una prolongada coreografía de puñetazos en callejones ridículamente apretados por una endiablada cantidad de enemigos. Tampoco es que el género necesite de profundidad narrativa, al fin y al cabo, lo verdaderamente importante es el gameplay y repartir golpes a diestra y siniestra. Para esta cuarta iteración, los chicos de LizardCube han optado por realizar pequeñas modificaciones al núcleo del juego. Modificaciones que se traducen en mayor control sobre los personajes y movimientos más intuitivos, tales como recoger y lanzar objetos.

A su vez, se han agregado dos nuevas mecánicas para sacar mayor provecho de los combos, por lo tanto, ahora es posible recuperar vida al encadenar una serie de golpes sin sufrir daños, del mismo modo contamos con un nuevo ataque especial tanto en el suelo como en el aire, sin embargo, para activarlo necesitamos de una estrella, y a esta la obtendremos en el escenario rompiendo objetos o consiguiendo puntuaciones elevadas. A partir de esta serie de mecánicas, Streets of Rage 4 busca balancear la omisión de otras, tales como correr o rodar sobre los ejes, aunque su misma presencia hubiese roto el sistema de juego favoreciendo al propio jugador. Pese a ello, esta cuarta iteración cuenta con algunos picos importantes de dificultad en sus niveles más elevados, especialmente en los combates con sus Jefes Finales que gozan de ataques salvajemente brutales y unicos. Por suerte, existen un puñado de objetos y consumibles para utilizar en los momentos más agitados.

En cuanto al roster de personajes, LizardCube trajo algunos rostros familiares, tales como Axel, Adam Hunter o Blaze, pero también otros nuevos como Cherry (Hija de Adam) o Floyd Iraia. Este plantel inicial ira creciendo exponencialmente a medida que avanzamos en la historia al conseguir puntos adicionales o completar las modalidades Arcade, de modo que podremos desbloquear algunos personajes de las primeras entregas de la serie, pero con un acabado visual digno de la época de Mega Drive. Cabe destacar que cada uno de estos personajes cuenta con sus propias aptitudes pasivas y activas que alteran rotundamente el estilo de juego, consecuencia  de las variantes en sus ataques o movimientos; agiles, evadir, correr, golpes pesados o lentos. No serán cambios radicales, pero los adecuados para evitar caer en la monotonía.

Otra de sus grandes fortalezas proviene de la modalidad en cooperativo local de hasta cuatro jugadores y online para dos jugadores. Aunque este último cuenta con serios problemas de estabilidad en la red y causan micro-cortes o cuelgues importantes. Pese a ello, ya sea en solitario o en compañía, Streets of Rage 4 cuenta con el contenido suficiente para mantenernos pegados a la pantalla por un buen puñado de horas repartiendo puñetazos hacia todas las direcciones. Desde su conservador modo historia, pasando por el Arcade o el Boss Rush o los combates entre amigos en un salvaje 2 vs 2, de una u otra forma, esta entrega recompensara nuestra perseverancia con puntos de experiencia, útiles para desbloquear nuevos personajes.

Visualmente, Streets of Rage 4 deja de lado la tradicional estética de Pixel-Art para adaptarse a la actualidad con un inmaculado acabado visual enteramente dibujado a mano. Con un estilo artístico muy bien cuidado que será la delicia visual tanto de  veteranos como recién llegados. Cada uno de sus escenarios está plagado por detalles increíbles, y como no, guiños hacia las obras clásicas de antaño. Ciertamente, el salto a la nueva generación le ha sentado estupendo a su sistema de fisicas y animaciones con efectos visuales bien conseguidos. Y eso no es todo, para aumentar la dosis de placer visual, esta cuarta entrega cuenta con algunas variantes en su presentación, por lo tanto, entre las opciones graficas podremos alternar entre múltiples filtros. Del mismo modo, el apartado sonoro está fuertemente influenciado por el dance-electrónico, y  para mantener las cuotas de calidad esperada el estudio ha apostado nuevamente por los legendarios Yuzō Koshiro, Motohiro Kawashima, Yoko Shimomura, Harumi Fujita, Keiji Yamagish.

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Existen muchos Beat-Them-Up, pero ninguno tan redondo y perfecto como la serie Streets of Rage, y esta cuarta iteración no ha hecho más que confirmar lo obvio. El verdadero Rey de los puñetazos callejeros ha regresado por la puerta grande para mantener a los veteranos, y los recién llegados, en el mismísimo nirvana de los machaca-botones. Probablemente, no existan grandes variantes en sus controles, pero ¿para qué cambiar algo que funciona bien? Solo existe algo mejor que repartir golpes mientras oímos música electrónica, y eso es, hacerlo con una patada voladora de un amigo, y esto es posible gracias a la modalidad de cooperativo local y online de SoR 4.

En definitiva, LizardCube ha demostrado, una vez más, su enorme capacidad para resucitar sagas clásicas, al entregar un juego que mantiene intacto el espíritu de la serie de los 90s. Un más que digno homenaj, ¿Qué están esperando para re-descubrir esta fabulosa saga?

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NOTA FINAL: 9/10

Puntos Positivos:

  • La apuesta por la estrategia por turnos le sienta realmente bien.
  • El regreso de un clásico.
  • Los claros guiños a la serie.
  • Controles intactos al original.
  • Apartado visual superlativo.
  • Los Jefes Finales.
  • Las modalidades en cooperativo local y online.

Puntos Negativos:

  • Aunque esta última presenta ciertos problemas de estabilidad.

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