Título: Maneater
Género: Acción.
Desarrollador: Tripwire Interactive.
Editor: Deep Silver.
Fecha de lanzamiento: 22/05/2020.
Precio: $39,99 dólares.
Plataformas: PC, Playstation 4, Xbox One y Nintendo Switch.
Disponible en: Epic Games Store.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por Tripwire Interactive.
Luego de una prominente carrera en los Shooters (saga Red Orchestra y Killing Floor), Tripwire Interactive decide probar suerte con otro género, en este caso los open-world con toques roleros, de esta forma nace MANEATER, una aventura marina protagonizada por un tiburón sediento de sangre que solo desea una cosa, matar y evolucionar.
Debo admitir que en sus inicios no tenía grandes expectativas para la nueva promesa del estudio norteamericano, es decir, controlar a un super-depredador como un tiburón tiene su gracia, pero plasmar aquello en un sistema de juego que funcione, pues, era otro cantar. Que iluso fui. Esta semana estuve explorando las profundidades de sus majestuosos mares por más de 10/15 horas, y durante ese tiempo he encontrado una aventura adictiva, divertida, pero absolutamente repetitiva, que se disfruta mejor en pequeñas sesiones de juego. Pese a ello, MANEATER tiene grandes virtudes, que repasaremos a lo largo de la reseña.
MANEATER no solo funciona como un buen medio para canalizar y desatar ira, sino también para concientizar sobre el daño que causan los propios humanos a la naturaleza con el desorbitado nivel de contaminación en los océanos. Toda la basura arrojada en estos, como también la injustificable caza de animales por mero placer y para cerrar con tan desagradable sabor de boca lo ajusta a un formato de documental con tonos burlones y un singular uso de la ironía. Ciertamente, la trama no es nada novedoso, es decir, un tiburón sobreviviendo en el océano, sin más, pero lo realmente especial de este juego proviene de la fuerza narrativa y su crítica a través de los propios comentarios del director del documental a lo largo de nuestras acciones.
Por lo tanto, a medida que consumimos animales marinos y evolucionamos con sus múgatenos a través del paradisiaco océano del Port Clovis estaremos acompañados por los comentarios sarcásticos de Chris Parnell, (celebre miembro de Saturday Night Live y voz de Jerry en Rick and Morty), lo que se traduce en una buena dosis de humor. Entonces, a lo largo de MANEATER asumiremos el rol de una pequeña cría de tiburón, con un solo objetivo, sobrevivir en un ambiente hostil y evolucionar a mordiscones limpios para subir en la cadena alimenticia y convertirnos en el súper-depredador de los océanos, un Mega-Tiburón, (en este caso tiburona), y eliminar uno por uno a los caza-recompensas, en especial aquel que acabo con la madre de nuestro protagonista, Pete el Escamoso. Curiosa forma de darle una vuelta de tuerca a la aventura al ponernos bajo el control de un “anti-héroe” anti-natural poco convencional. En lo argumental, pues, no hay mucho para reprocharle, MANEATER es un soplo de aire fresco y una experiencia ludo-narrativa deliciosamente sangrienta que cumple muy bien con su papel y loga contrarrestar los matices de su repetitivo sistema de juego.
Uno de los mayores contrastes de MANEATER proviene justamente de sus escenarios y la poca efectividad del diseño de misiones. A lo largo del juego es posible explorar libremente alrededor de ocho zonas en los que completar una serie de misiones y recolectar coleccionables, pues bien, acá es donde la obra de Tripwire Interactive comienza a dar giros sin sentidos. Básicamente, todas las misiones principales o secundarias desembocan en consumir “10 humanos”, “10 tortugas” o “10 tiburones martillos”.
Y así podría continuar con un buen puñado de criaturas, lo que termina generando cierto reciclado de contenido y opacando lo que de otra forma podría ser una divertida aventura de tiburones. Puesto que los coleccionables son otro cantar al sentirse como un elemento más del escenario y con cierta lógica tras su recolección, tales como realizar saltos especiales, dirigirse a las orillas o utilizar objetos para ir escalando. Además, la recompensa no está nada mal, ya que cada uno de ellos esconde infinidad de guiños a la literatura, el cine o los videojuegos, tales como santuarios con estatuas de Cthulhu, un payaso esperando en las alcantarillas con su globo al más puro estilo de IT o un navío hundido en las profundidades con dos esqueletos en la borda sujetándose, (Titanic). Pero son tan solo alguno de los tantos objetos a recolectar, también existen reliquias y cofres con los que obtener nutrientes para evolucionar a nuestro salvaje tiburón.
Tal y como lo mencione anteriormente, iniciaremos el juego con una pequeña cría, y esta, ira evolucionando gradualmente hasta convertirse en un tiburón anciano, sin embargo, desde el primer momento podremos personalizar su cuerpo para maximizar su desempeño en el océano. Para ello podremos alternar entre una serie de mutaciones, (eléctricas, venenosas o férreas), con las que sacar la mayor efectividad de sus órganos y cuerpo, (mandíbula, cabeza, aletas, cola). Básicamente podremos convertir un tiburón absolutamente duro como una roca a partir de huesos para derribar barcos de manera inmediata u apostar por el toque eléctrico para lanzar ráfagas de energía o nubes toxicas. Cada uno de estos múgatenos cuenta con sus propios atributos y estadísticas, de modo que alguna será más efectiva contra humanos, mientras que las otras lo serán ante vehículos. Afortunadamente, podremos añadir o quitar los mutaciones a diestra y siniestra, para ello tendremos que dirigirnos a la madriguera de nuestro tiburón, una suerte de santuario donde personalizar y mejorar las habilidades.
Otro de los grandes atractivos de MANEATER proviene de los cazarrecompensas y el sistema infamia, una panda de locos cargados con armas en barcos exageradamente protegidos que llegaran para darnos caza al causar demasiado terror en las zonas pobladas. El modo infamia funciona como el sistema de wanted de GTA, es decir, mientras mayores daños y caos causemos más subira el nivel y los cazadores no tardaran en llegar por nosotros. Una excelente forma con la que pasar el tiempo y probar las distintas combinaciones de las habilidades de nuestro tiburón.
Quizás sea el mayor de sus falencias, a causa de su pobre ejecución de su sistema de combate tornandose repetitivo. Todo se traduce a simplemente clickear alocadamente para morder o cargar contra lo que tengamos en frente. A ello también se le suma un golpe secundario con las aletas, que puede ser más nocivo según que órgano tengamos equipados, lo mismo sucede con la habilidad especial, piel escamosa y robusta o dardos eléctricos. No hay grandes variantes, pero tampoco es que la necesite. Ya de por sí, MANEATER funciona correctamente con sus ajustadas prestaciones jugables, además, los combates contra las criaturas alfas son realmente emocionantes, al menos durante el tramo inicial, ya después estaremos demasiado OP, y la dificultad comenzara a caer en picada, ni siquiera las ballenas, cachalotes de niveles 60 o las hordas de barcos supondrán un reto.
Visualmente, MANEATER no es ninguna maravilla, más bien luce algo regular para la actualidad, pero no puede negarse el atractivo de su dirección artística con bahías inmaculadas y edificios muy bien cuidados para arrojarnos a lo profundo del mar y chocar entre la basura y las montañas marítimas. Cuevas decoradas por tesoros piratas, estatuas en referencia a antiguas y ominosas criaturas pulposas. Y la cereza del postre, la vida, un ecosistema totalmente dinámico con mucha física y que realmente se siente vivo. Peces, tiburones, focas, tortugas y caimanes, todos ellos forman parte de aquel mágico mundo marino que lucha por la supervivencia.
Muchos de ellos están solamente para decorar, mientras que otros tienen un comportamiento agresivo y atacara al mínimo roce. Son pequeños detalles que le dan cierta armonía a la obra de Tripwire Interactive, además, se agradece el soporte para resoluciones ultra-panorámicas, si bien, durante las escenas cinemáticas estas se proyectan en 16:9 con los pilares laterales, es en el Gameplay donde realmente luce su potencial. Con un soporte nativo para 21:9 sin comprometer el campo de visión vertical u horizontal.
Dentro de la mediocridad que suponen los open-world en la actualidad, la propuesta de MANEATER se siente como un soplo de aire fresco, es decir, no todos los días tenemos la oportunidad de controlar a un tiburón para convertirlo en una incontrolable fuerza asesina de la naturaleza. Tal vez, el término “RPG” sea la mayor cruz que reciba este tiburón a causa del escueto sistema de combate y la prolongada repetitividad en su arco de misiones, sin embargo, la divertida narrativa y la dinámica de su atractivo mundo marino nivelan la balanza a favor contrarrestando ligeramente sus falencias.
De todas formas, MANEATER es un juego que se disfruta mucho más en sesiones de juego cortas, lo suficiente para desconectarse del mundo y desatar la ira en sus arrecifes.
NOTA FINAL: 8/10
Puntos Positivos:
- Controlar a un tiburón tiene su manía.
- El toque rolero a partir de sus habilidades y los potenciadores de las mutaciones.
- Visualmente tiene momentos brillantes.
- El amalgama entre su gameplay y la narrativa.
- Grandes dosis de humor.
- Una buena cantidad de guiños a la literatura, cine y videojuegos.
- El nivel de Gore le sienta bien.
- Una crítica del carácter de los humanos y su desinterés por la naturaleza.
- Gran libertad de exploración.
Puntos Negativos:
- Sistema de combate pobre y algo regular.
- Diseño de misiones escueto y absurdamente repetitivo.
- Reciclado de contenido.