Oxenfree II Lost Signals [Review]

Título: Oxenfree II Lost Signals
Género: Aventura Interactiva.
Desarrollador: Night School Studio.
Editor: Night School Studio.
Fecha de lanzamiento: 12/07/23.
Precio: $4,204.00 ARS (más impuestos).
Plataformas: PC, Android, Nintendo Switch, Playstation 4, Playstation 5.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa provista por BestVision PR.

Oxenfree fue una de esas pequeñas joyas independientes, que tanto gustaron al público y la crítica especializada, y con más de siete años a sus espaldas ansiábamos con suma desesperación por novedades de una secuela. Se ha hecho de rogar, pero finalmente ha llegado y Lost Signals es todo lo que estábamos esperando. Es una capsula paranormal con una embriagante dosis de realismo que no dejara indiferente a nadie. Una secuela que sigue muy de cerca de su predecesor, por lo que no altera en lo absoluto su fórmula ganadora. Al contrario la estruja a más no poder, y con ello, nos deja una montaña rusa de sentimientos.

El auténtico musculo de Lost Signals recae en la narrativa que no tardara en atraparnos en sus redes con una historia paranormal modesta, que se sigue con mucho interés al entrelazar secuencias supernaturales con los habituales problemas de la vida adulta. En su primera entrega vivimos los sucesos de la Isla Edwards desde los ojos de un puñado de alumnos del Colegio Camena en plena crisis pre-universitaria solo querían pasar una noche de fiesta a orillas de la playa (como todo adolescente), pero el destino les tenía otros planes. Ahora experimentaremos su contracara con dos protagonistas adultos con problemas del mundo real. Lost Signals coge tópicos como la depresión, la soledad o el duelo para cristalizar una aventura con la que es posible identificarse durante sus más de 6 horas jugables. ¿Pero de qué va la historia? Durante el juego asumiremos el rol de Riley, una investigadora en potencia que debe colocar una serie de antenas para analizar las extrañas señales de radio que surcan los cielos boreales de Camena. Mientras que del otro lado tenemos a Jacob, un manita que intenta devolverle la vida a su camioneta, y sin éxito alguno se suma a la excursión nocturna de Riley para vivir una noche sin igual. Al igual que su predecesor, los eventos no tardaran en tomar un giro inesperado con espectros, portales y voces misteriosas. Camena está a punto de vivir su encuentro del cuarto tipo. Tanto Riley como Jacob seran los encargados de sintonizar todas las transmisiones radiofónicas del horror.

Gran parte de la magia de esta secuela recae en su premisa, que no mide sensibilidades al momento de tirar de sus temas. Ese constante tira y afloja entre Riley y Olivia, las visiones de un niño, las cartas de la Sra. Adler o los miedos profundos de Jacob son temas que retratan las fracturas que tienen cada uno de los personajes. Ese temor a crecer, la soledad, los sueños incumplidos o la dura carga del duelo. Night School Studios tira muy bien de sus cuerdas para punzar el alma con una serie de mini-historias envolventes y familiares, que despertara nuestra atención por su toque paranormal, pero nos tendrá realmente hipnotizados por la fragilidad y realidad e sus eventos. A lo largo de la noche sintonizaremos toda clase de emisoras, y con ello, oiremos toda clase de relatos. Cada una de sus frecuencias esconde una historia distinta con la que es posible conectarse, emocionarse, reír o soltar una lagrima. La potencia de su guion es incalculable, y está muy bien acompañado con un superlativo trabajo de Voice Acting. Lo que en conjunto deja una experiencia simplemente alucinante que nos tendrá consumidos en su aventura de principio a fin.

Sin embargo, Lost Siglans demanda mucho del jugador. La participación es una de sus arterias principales. Muchas de sus secuencias narrativas solo serán descubiertas y experimentadas solamente si exploramos con las señales de radio. Es la única forma de sentir la verdadera magia de su prosa con personajes que se esconden tras las frecuencias para contar sus intimidades al público, sus anhelos, amores, miedos y sueños. Al fin de cuentas, Lost Signals es un formato contemporáneo para los libros digitales. En aquel mundo virtual convergen toda clase de relatos.

El concepto de dúo le ha quedado de maravilla, pero… vamos, que ya lo tenían bien medido desde Afterpary. Aquel paseo infernal en el que dos jóvenes intentaban regresar a la vida al escapar del infierno, sentó las bases de lo que hoy resultaría Lost Signals. Tanto Riley como Jacob tienen problemas que superar, pero encontraron un oído amigo en su cálida compaña para forjar un vínculo en crecimiento. La historia avanza por igual para ambos personajes, aunque se denota el protagonismo de Riley, y Jacob es más bien ese copiloto que tanto buscamos con el que ser cómplice. Gran parte del desarrollo narrativo pende de nuestros dedos, y es que como aventura narrativa su formato interactivo es su mecánica principal. Si algo dejaron claro sus aventuras pasadas fueron la simplicidad de su propuesta, y esta secuela no sera la excepción.Con un sistema de juego simplon, pero amigable que funciona de maravillas se adapta a toda clase de formatos, móviles, consolas, PC. Al fin de cuentas solo necesita de una cruceta y un par de botones para seleccionar diálogos. Suena basico, pero con esta simple opción tenemos el poder para cambiar la vida de las personas que conoceremos a lo largo de la aventura. A falta de acciones, las palabras lo serán todo, como en la vida misma. Una palabra puede alterar el curso de cada personaje y lo aprenderemos tanto por las buenas como por las malas. Esto le añade un par de capaz extra re jugabilidad, si deseamos visualizar todos los resultados posibles de este viaje paranormal. Por lo que es conveniente que Lost Signals cuenta con varios finales, de acuerdo a las decisiones que tomemos a lo largo de la aventura. Lo mismo sucede con las relaciones que crearemos algunas tendrán buenos resultados, mientras que otras caerán en la desgracia e incluso algunas ni sepamos que siquiera eran posibles. Lo descubriremos con su marcador global para comparar las elecciones que realizamos con las del resto de jugadores, algo que me recordó bastante a Life is Strange de Don’t Nod Entertainment.

A pesar de mantener cierta armonía en sus mecánicas no se muestra desgaste alguno, por lo que la radio de frecuencias cortas se convertirá en una extremidad con la que sintonizar toda clase de emisoras para oír relatos, como también para interactuar con el mundo real al cerrar portales hacia otras realidades o aturdir espectros. Nada nuevo. Un deja-vu de su predecesor, pero es importante destacar que siguen allí. No se han esfumado, y hacen su experiencia mucho más familiar. Afortunadamente no me encontré con problemas técnicas, por lo que funciona de maravilla en PC con un minúsculo salto visual. Quizás tiene ciertas asperezas en los movimientos al momento de seguir un camino o realizar un salto, pero nada con lo que alarmarse o que arruine en demasía la experiencia final. Funciona muy bien, y se ve gradualmente mejor que su predecesor. Tal vez, el tono interactivo no sea el más apto para todos los públicos, pero quién decida meterse en su mundo sabe lo que le espera.

Debo admitir que el paseo nocturno por la Isla de Cantera me ha dejado gratamente sorprendido. Entre la profunda estática de sus mecánicas logre encontrar la frecuencia ideal con la que sintonizar una historia sin igual, que no tema estrechar la sensibilidad del ser humano con los misterios de la noche. Una pesadilla que se siente tan real como familiar. Dos personas fracturadas que intentan vendar sus heridas con más inseguridades en una electrizante noche boreal con visitantes desconocidos. Oxenfree 2 es otro de esos juegos con los que desconectarse un poco para realmente sentir emociones, y descubrir que este medio aún tiene mucho para explotar. Quizás no sea del agrado de todo el público por la simplicidad de sus mecánicas, pero quien entra a sus Islas difícilmente escapara de los placeres de su guion.