WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood [Review]

Título: WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood
Género: Acción y Aventura.
Desarrollador: Cyanide Studio.
Editor: Nacom.
Fecha de lanzamiento: 04/02/2021.
Precio: $29,99 USD.
Plataformas: PC, Playstation 4 y Xbox One.
Disponible en: Epic Games Store.
Preview: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por Nacom

WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood sigue de cerca a Cahal, miembro de la Tribu Fiana, y el prototipo de héroe americano, es decir, tan duro como el roble pero con una minúscula pisca de carisma. Esto se debe a que debajo de su piel habita una feroz bestia que lucha por salir y consumir todo con su inconmensurable rabia. Sin embargo, Cahal ha logrado mantenerla dócil por sus fuertes convicciones morales y su inquebrantable lealtad hacia la Madre Tierra, Gaia. Ademas, quienes vieron de primera mano su salvaje ira no vivieron para contarlo.  Cahal y su manada luchan contra las alimañas de la Corporacion Endron con el fin de mantener intacto al espíritu del Bosque, y evitar una catástrofe natural. A pesar de contar con un colosal Lore por detrás como ser “El Universo de las Sombras”, la premisa de WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood no deja de ser un tanto modesta y convencional con un puñado de cliches. Es decir, la clásica lucha entre el bien y el mal, pero desde los ojos de una organización medioambientalista, que a su vez, esta liderad por hombres lobos y activistas, que buscan aplacar los tenebrosos planes de Endron, otra de las tantas extensiones del Wyrm, una fuerza cósmica que solo conoce caos y destrucción.

 Entonces, como lo podrán imaginar, Cahal debe acabar con aquella fuerza antinatural que está dispuesta a devorar sin piedad a los despojos de la propia naturaleza, sin embargo, en el proceso debe fortalecer el vínculo con su hija, que dicho sea de paso, ha desaparecido. En lo estrictamente narrativo, WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood desarrolla sus temas de manera efímera, sin tomarse el tiempo necesario para construir emociones o trabajar a sus propios personajes. En consecuencia la trama no impacta como debería y se siente como otra pobre aproximación por llenar vacíos con candente dosis de acción. Al ofrecer una rama de diálogos con opciones rolescas se podría esperar disyuntivas y caminos alternativos, pero el viaje de Cahal y compañía está lejos de serlo. La trama no tiene ramificaciones y tampoco contenido adicional que expanda de manera consistente el universo de las tinieblas, por lo tanto, no le saca todo el juego que podría y por ello se siente tan solo una mera excusa para situar a Licantropos contra Corporaciones u otros entes en un mismo videojuego. Al fin y al cabo, WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood, era la caricia de los hombres lobos que prometía revolucionar al Mundo de las Tinieblas con su apasionante debut en el mundo de los videojuegos. Lejos de serlo, tan solo se convirtió en otro inevitable fallo de adaptación por parte de los francés, Cyanide Studio, tal y como sucedió dos años atrás con el mediocre Call of Cthulhu.

  La licencia de White Wolf Publishing tiene un potencial inconmensurable, pero lamentablemente la aproximación de Cyanide Studios no es del todo acertada dejando un trago bien amargo con importantes incosistencias técnicas y jugables para los tiempos que corren. La obra de los francés es ambiciosa, cuanto poco, y eso se denota en el popurrí de opciones que han deseado introducido en la jugabilidad, pero sin hallar el balance adecuado. Evidentemente, el sigilo se ha convertido en una de las grandes muletillas y le cuesta despegarse de estas mecánicas. Además, tampoco se sienten demasiado cómodas con lo que propone WereWolf: The Apocalypse – EarhtBlood, sino más bien, anticlimáticas y metidas con calzador para llenar espacios. Cada uno de sus niveles brinda la posibilidad de ser superado desde las sombras, es decir, pasando desapercibidos al utilizar tácticas sigilosas como bajas con la ballesta o utilizando conductos de ventilación en  modo lobo para evitar ser detectados con el fin de desbloquear la puerta de turno y avanzar a la siguiente área para repetir exactamente lo mismo.

El reciclado de contenido es notorio. Los niveles poco evolucionan uno del otro y lo mismo sucede con los desafíos. Cada tanto se introducen nuevos enemigos, pero las mecánicas son tan minúsculas y el diseño de escenarios tan jodidamente lineal, que deja poco para la imaginación. Por ello, la diversión solo llega en dosis intermitentes cuando la acción se apodera de la pantalla. Sin lugar a dudas, el mayor encanto proviene de los combates, es el momento en que activaremos el modo furia para dejar fluir la ira del Licantropo en una transformación de hombre lobo genuina e increíble con un descomunal poder ofensivo que recuerda a X-Men Wolverine de Raven Software o quizas Splatterhouse con su toque sanguinario a base de Hack-and-Slash puro y duro. Aunque Cyanide Studio ha introducido una rama de habilidades algo escueta con la que probar múltiples variantes y sacar el mejor partido de las posturas de combate al potenciar la agilidad o fuerza y adaptarnos mejor a los combates. Tampoco es que sean demasiado complicados. Por otro lado, la IA deja mucho que desear, incluso en sus niveles de dificultad más elevados, esto deja en evidencia el poco cariño por parte de los desarrolladores por crear un juego desafiante que ofrezca un verdadero reto al jugador promedio.

No hay mucha variedad de enemigos y tampoco de Jefes Finales. Quizás, la mayor de sus complicaciones provenga por parte de los soldados con su munición de plata, que causa heridas devastadoras. De todas formas, como buen hombre lobo contamos con opciones regenerativas o medidores de ira para activar modos y ataques especiales que nos permitirán saltar literalmente hasta el enemigo o evadir velozmente sus proyectiles para tomarlos por sorpresa. Ciertamente, el sistema de combate con sus habilidades le permite romper con ese interminable ciclo de monotonía que genera el reciclado de contenido, pero al generarlo en dosis pequeñas, pues, no termina de pulir sus asperezas jugables y técnicas.

Lo que prometía convertirse en el apasionante debut de los Garou en el mundo de los videojuegos, no ha sido más que otro intento fallido por parte de los francés por aproximarse al juego de mesa. A causa de ideas descabelladas, que sobre el papel no terminan de anexarse del todo bien. WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood tiene un rejunte de conceptos interesantes, pero no se toma el tiempo suficiente para dejarlos del todo fino. Evidentemente, esto hará que su experiencia final se sienta tosca, monótona y repetitiva con un alarmante reciclado de contenido que no le hace justicia a su Lore e incluso la palabra de Rol tan resonada, no deja de ser otro caza-bobos con el que enganchar a los amantes del universo de las tinieblas.

En fin, Cyanide Studio ha hecho mucho ruido con esta ambiciosa propuesta, pero con una pobre ejecución que solo deja en evidencia la lucha persona del estudio por encontrar su lugar en la industria. WereWolf: The Apocalypse – EarthBlood hace más sombras que luces y por ello terminara pasando sin pena ni gloria. Tal vez, Cyanide Studio voló demasiado cerca del sol para terminar quemándose con su propia ambición.

NOTA FINAL: 6/10

Puntos Positivos:

  • Todo el Lore que implica el Universo de las Tinieblas.
  • Controlar a un salvaje Hombre Lobo y las transformaciones que implica.
  • Un popurrí de ideas interesantes…

Puntos Negativos:

  • Que no culminan del todo bien.
  • Sigilo metido con calzador.
  • Reciclado de escenarios y enemigos.
  • Progresión algo artificial.
  • La palabra Rol le queda grande.
  • Historia llena de cliches y desaprovechada.
  • Técnicamente luce muy desfasado para los tiempos que corren.

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: