Mundaun [Review]

Título: Mundaun.
Género: Aventura.
Desarrollador: Hidden Fields.
Editor: MWM Interactive.
Fecha de lanzamiento: 16/03/2021.
Precio: $224,99 ARS.
Plataformas: PC, Playstation 4 Playstation 5, y Xbox Series X/S.
Disponible en: Steam.
Review: Realizado en su versión de PC con una copia de prensa proporcionada por MWM Interactive.

Una de las razones por las que Mundaun despertó mi interés fue por aquella pintoresca dirección artística monocromática con el fino trazo de lápiz en cada una de sus texturas, y como no, con su embriagante escala de grises. A costa de estos elementos esboza un mundo sobrenatural, pero al mismo tiempo sobrecogedor de una armonía indiscutible. No es la primera vez que el arte se convierte en un medio narrativo, nótese Abzu, Gris, e Inside, pero eso no quita la hazaña de Michel Ziegler por crear algo radicalmente original con una estética apagada, que se toma de la mano con su tétrica ambientación para lanzar diálogos donde no existen palabras. Lienzos que hablan por sí mismos o quizás personajes que representan miedos absolutos de una dura niñez en solitario.

Las montañas de los Alpes se han convertido en el hogar de pesadillas inimaginables al ser fruto de un pacto prohibido, y es hora de recolectar las almas en pena de los incrédulos que firmaron con sangre la sentencia de muerte. En consecuencia, aquel funesto lugar se ha convertido en un limbo. Por día se siente la cálida brisa del viento, mientras que por las noches, escapaban los hombres de paja y apicultores para maldecir la vida de unos pobres soldados que lo dieron todo por la victoria, y que sin embargo, perdieron su humanidad. La narrativa de Mundaun se cocina a fuego lento con un puñado de flashback y una inmaculada representación del lenguaje visual debido a su  importante atención por el detalle en la que cada uno de sus objetos, por más inusuales que luzcan, componen un engranaje en aquel macabro mito de terror, por lo tanto, construye una historia de terror, de esas que suelen oírse en las noches estrelladas a orillas de una fogata en las afueras del bosque con la compañía de amigos.

En cuanto a su premisa, esta aventura nos arroja a los inhóspitos Alpes de Suiza para seguir de cerca a Curdin, un sujeto común y corriente que ha regresado a su pueblo natal para desentrañar lo ocurrido tras la muerte de su abuelo. Sin embargo, las circunstancias que rodean aquel trágico desenlace no son para nada normales, y esconden perturbadores secretos que se arraigan demasiado al pasado. El folklore local se convierte en el medio por excelencia para canalizar un relato siniestro con una insuperable dosis de misterio con maldiciones paganas que trascienden las barreras de la realidad para abrirse un hueco dentro de una inocente comunidad que ha abandonado todo rastro de esperanza. El pueblo de Mundaun no tiene nada que envidiarle a las obras de Bekzinski, al fin y al cabo, desde sus pinturas  traslada imágenes enfermizas hacia la realidad. La trama no es ninguna maravilla, pero trabaja muy bien con los recursos que dispone para construir una atmosfera opresiva que transmita una autentica sensación de tensión con sustos genuinos y no artificiales, como sucede habitualmente dentro del género con los tradicionales “Jump Scares”.

Aquel maldito lugar es una representación aproximada de los límites de la locura, ya que Curdin nunca estará completamente seguro, ni siquiera en el interior de su cabaña, pues, debe decorarla con velas para alejar los malos espíritus, (al estilo Silent Hill 4 The Room) o dormir con un cazador de sueños colgando de su pecho para evitar ser atrapado en sus pesadillas. Joder, si incluso detenerse demasiado tiempo en un espejo comenzara a estrujar su cabeza hasta convertirla en un cascaron de dolor, como si se tratase de un zombie. Por lo tanto, el pueblo consume todo lo que entra a sus tierras, y Curdin es la carne fresca para roer sin límites, no está exento de ello. Pero también se ha convertido en un faro de esperanza dentro de las tinieblas y para acabar con aquella terrible maldición deberá adentrarse en los extremos más fríos de los Alpes para descubrir que sucedió exactamente con el pelotón militar de su abuelo. Mundaun no cuenta con los tradicionales clichés del género, sino más bien que funciona como un relato interactivo con sutiles giros narrativos debido a que el jugador tendrá al alcance de su mano el desarrollo de la aventura. Al fin y al cabo, existe un puñado de personajes con los que interactuar y colaborar a lo largo del juego para así finalmente obtener el “mejor de los finales” ya que hay cinco variaciones totalmente diferentes, de acuerdo a las decisiones que tomemos a lo largo del juego.

 Debo admitir que el género narrativo ha mutado de formas gratificantes estos últimos años con propuestas mucho más solventes como ser el caso de What Remains of Edith Finch, Devotion, The Beast Inside o el reciente Someday You’ll Return, y Mundaun comparte muchas ideas en común con este último, como ser su estupendo sistema de inventario con un buen número de rompecabezas para estrujarse la cabeza con pistas y dibujos extraños en un cuaderno, el placer de cualquier fanático de Silent Hill. Pero no todo va por el camino de la lógica, sino que también se ha introducido un sistema de acción y sigilo para impulsar el combate a partir de una horca de hierro o rifle, aunque la munición escasea demasiado, (como en los Survival Horror de toda la vida) y las animaciones dejan mucho que desear. Sin embargo, la fuerza bruta no es el camino ideal debido a que impacta de modo nocivo en el desenlace de la historia, por lo tanto, toca actuar de manera cautelosa para moverse con prudencia en los alrededores, y así, evitar ser detectados o peor aún, atrapado por aquellas bizarras criaturas, que no dudaran ni un segundo en paralizarnos con su simple presencia hasta convertirnos en un reflejo perpetuo de lamentos. De todas formas, existen herramientas para despista a estas criaturas como pipas con humo o trajes de apicultores con los que camuflarse para pasar desapercibidos o resistir mayores golpes frontales.

A simple vista luce como una aventura narrativa del montón, pero en la práctica difiere abismalmente de ello, con tan solo pasar unos minutos en su aldea descubriremos un mundo plagado de secretos y misterios, por lo que tocara seguir de cerca las señalizaciones para llegar a los puntos de interés, tales como, cavernas, bancas, teleféricos o estaciones de bus. Por otro lado, las cavernas tienen recuerdos de una niñez abusiva, y las bancas permiten dejar salir al artista que llevamos dentro para dibujar una panorámica de la aldea, y al mismo tiempo obtener un mapa con el que explorar en mayor detalle cada una de sus locaciones, que dicho sea de paso tienen un diseño parcialmente abierto con una importante zona de juego, y como no, los correspondientes atajos para hacer el Backtracking más permisivo. Desde verdes praderas hasta picos nevados, Bunkers o incluso un puñado de cabañas abandonadas con llave, el mundo de Mundaun está lleno de sorpresas, y gracias a su sistema de inventario que permite recoger toda clase de objetos con los que interactuar en cada recoveco del escenario podremos desentrañar aquellos flamantes misterios para obtener jugosas recompensas, tales como municiones, zapatos para la nieve o manuales de entrenamiento con los que mejorar las aptitudes de combate de nuestro protagonista.

Esto nos lleva al toque rolero, tal y como sucedía con el reciente Lust From Beyond, Mundaun también ha añadido un sistema de mejoras a partir de bebidas o comidas, (Café o Pan). Al consumir uno de estos alimentos automáticamente mejoraremos la resistencia física y mental del protagonistas para hacerlo más resistente frente a las adversidades de los Alpes. Cabe destacar que el consumo de las bebidas es más elaborado y tendremos que utilizar ollas para recoger agua y luego calentar en la cocina para crear la infusion a consumir, un guiño común a The Forest o tantos otros juegos de supervivencia. Sin lugar a dudas, Mundaun tiene una gran atención por los pequeños detalles. Un ejemplo claro proviene del Mutvol, el recolector de heno, para hacerlo funcionar tendremos que coger las llaves y encender el motor o por el contrario jugar con la frecuencia de la radio para resolver el rompecabezas de turno. Para tratarse de una aventura narrativa con toques interactivos se ha puesto un gran énfasis en lo que respecta a lógica con un buen número de puzles, que van desde simples interacciones automáticas con el escenario hasta situaciones algo más rebuscadas analizando pistas, esquemas o dibujos del diario. Por lo tanto, el ritmo de juego va de menos a más, es decir, en un principio deja un sabor agridulce con su formato “Walking Simulator”, pero gradualmente comienza a lucir su potencial al trasladar las icónicas mecánicas de antaño a su sistema de juego. No hay mucho para reprocharle, Mundaun funciona moderadamente bien a varias escalas, no solo como aventura interactiva con esteroides, sino como un Survival Horror con su modesta jugabilidad, además los controles responden con precisión. Eso no quita que deba corregir ciertos problemas técnicos como su “misión de trineo” que momentáneamente es imposible de completar a causa de un bug. Más allá de eso, no hay nada que afecte de manera negativa la experiencia de juego.

Luego de años de etiquetas nocivas, los mal llamados “Walking Simulator” han comenzado a mutar su formato de juego para romper con la maldición que acarreaba la linealidad de sus mundos virtuales. Por ello, obras magnas como What Remains of Edith Finch con su sorprendente narrativa interactiva o Someday You’ll Return con ese dulce sabor old-school en su jugabilidad, han permitido marcar el nuevo paso a seguir dentro de la industria, y como no, dentro de la escena independiente, al convertirse en los estándares actuales del género. A causa de esto, otros desarrolladores han realizado ese salto de fe para arriesgarse con sus ideas creativas, como ser el caso de Mundaun el niño mimado de Hidden Field. Tras un aluvión de producciones independientes dirigidas al horror cósmico de H.P. Lovecraft era hora de regresar a las raíces del terror convencional con una historia escalofriante que no necesita de ominosas criaturas para generar un miedo genuino hacia lo paranormal, de modo que los Alpes se convierten en un lugar prohibido y plagado de terrores absolutos. A partir de su temática desarrolla un formato de Survival Horror, como los de antaño, con su distintivo inventario, rompecabezas y sistema de combate a lo largo de escenarios parcialmente abiertos y colmado de secretos.

Con grandes ideas por detrás y una enfermiza atención por el detalle, Mundaun se convierte en una de las grandes revelaciones con la que acallar los ecos de mala fama que ha cosechado el genéro narrativo.

Puntuación: 3 de 5.

Puntos Positivos

  • Una historia genuina de terror, de esas que se suelen oír en los campamentos al lado de una fogata.
  • El arte monocromático le sienta muy bien con texturas dibujadas totalmente a mano.
  • Un buen número de secretos.
  • La implementación de vehículos para trasladarse de manera rápida entre una locación y otra.
  • Apartado sonoro bien cuidado.
  • El uso del diario como medio de comunicación y manual de herramientas para los rompecabezas.
  • Cierta sensación de libertad al momento de explorar sus escenarios.
  • El tono de Survival Horror que exponen sus mecánicas.
  • Soporte nativo para resoluciones ultra-panorámicas con un deslizador de FOV.
  • La dosis de acción y sigilo….

Puntos Negativos

  • Aunque el combate deja mucho que desear.
  • Los objetos se camuflan demasiado bien con la escenografía.
  • Bugs que impiden completar el evento de trineo.

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