Rise of the Ronin [Review]

Título: Rise of the Ronin.
Género: Acción y Aventura.
Desarrollador: Team NINJA.
Editor: Playstation.
Fecha de lanzamiento: 22/03/24.
Precio: $69,99.
Plataformas: Playstation 5.
Disponible en: Playstation Store.
Review: Realizado en su versión de Playstation 5 con una copia de prensa proporcionada por Playstation Argentina.

Con Rise of the Ronin, Team NINJA ha desnudado su alma por completo para rendirse ante un medio al que viene representando desde hace más de diez largos años, con juegos escandalosamente espectaculares. La llegada de Rise of the Ronin no podría darse en un mejor momento. Me parece estupendo que comparta espacio en simultáneo con la reciente serie ‘Shogun’ de STAR Plus. Apagamos la consola y saltamos directo a la TV para otra buena dosis de samurais y ronin renegados. Se identifican tan bien que funcionan excelente en paralelo. Para algunos esto sera una sobredosis, mientras que, para el resto de mortales, con un placer incalculable por el séptimo arte, más específicamente hacia Kurosawa, (entre los que me incluyo), encontraran un refugio celestial donde quedar perdidamente enamorados por las costumbres y simbolismos de Team NINJA. Para tratarse de un juego histórico se las han ingeniado muy bien para mantener cierto grado de fidelidad sin comprometer una pizca de su visión creativa.

Repasemos un poco de historia, Rise of the Ronin funciona ‘parcialmente’ a modo histórico al estar influenciado por ciertos acontecimientos socio políticos que tuvieron lugar durante el Bakumatsu siglo XIX en el Japon Feudal. Momento en que este fuese forzado a abrirse hacia el comercio exterior de manera abrupta con la llegada del Comodoro Perry, quien hace su gran revelación en esta aventura para convertirse en uno de los villanos principales. Aunque no el único. Los ojos también se posan frente el Shogunato quien imparte mano dura y esta decidido a fortalecer sus relaciones comerciales de cara al occidente. Detalle que no sienta del todo bien a los miembros de la Espada Velada, una suerte de orden que funciona mejor en duos. Justamente allí es cuando damos el salto a la pantalla de creación de personaje para trastear con sus opciones para crear a nuestro guerrero y compañero de espadas gemelas. Las herramientas de personalización son bastante bondadosas con un gran numero de opciones con las que modificar hasta el mas minimo detalle de nuestro personaje, tanto como dientes, tatuajes, cicatrices, pintura en las uñas y muchísimo más. Quizas no llega al nivel de Dragon’s Dogma o Baldur’s Gate 3, pero bastante intuitivo.

Regresando a la historia. Como suele ser habitual en las aventuras de Team NINJA encontraremos toda un estratagema político con multiples facciones a quienes socorrer o con las que afinar relaciones para fortalecer alguna que otra alianza. En consecuencia encontramos una historia reactiva que va in cresendo gradualmente con cada una de nuestras acciones. La incidencia del titulo ‘La Asencion del Ronin’ va mucho más de una etiqueta, sino que también busca establecer ese crecimiento personal en nuestro personaje arrojándole todas las tragedias que una persona común y corriente seria incapaz de soportar. Aunque sera todo lo que mencionare con respecto a su trama, al fin y al cabo, lo mejor es desvelar los detalles por uno mismo, y la obra de Team NINJA esconde muchos giros y momentos especiales que se disfrutan mucho mas en solitario.

Tenia serias dudas sobre el salto al campo abierto, especialmente con el sobre-saturado mercado que existe actualmente en la industria. Asusta siquiera pensar en los próximos lanzamientos. Más no suele ser sinónimo de calidad, (eso lo sabe muy bien Ubisoft), pero cada tanto se marca algún que otro precedente. Supongo que los años de experiencia con Ninja Gaiden, Nioh o Wu Long rindieron frutos. Ayudaron a marcar las pautas para trasladar ideas arriesgadas al campo abierto con entornos dinámicos y visualmente escandalosos. Rise of the Ronin cobija a todos aquellos que buscan dolor y sufrimiento en dosis cortas, pero especialmente quienes desean sesiones de terapia prolongada. Quizás la comparación más acertada sea justamente con Ghost of Tsushima, sin embargo, la carencia de uno es la fortaleza del otro. Encuentro que, el mundo de Sucker Punch Games es mucho más artístico con secuencias pintorescas. Abraza ese concepto del lenguaje visual de principio a fin, especialmente cuando desea impulsarnos a explorar lo desconocido con esa fuerza natural. Mientras que, la obra de Team NINJA es mucho más modesta con importantes distracciones, por lo que necesita de brújulas o marcadores para mantenernos en guía. Es fácil perder el norte completando recados, entrenando, buscando un ladrón, cogiendo un gato de un tejado o incluso tomando fotografías. De pronto, encontramos actividades por doquier con las que mantenernos activos en cada una de sus regiones, que olvidamos por completo la misión de turno.

Para tratarse de su primera aventura de mundo abierto tomaron muy buenos apuntes para representar una de las épocas más virulentas del Japon Feudal con todos los conflictos sociales y políticos que implica ser forzado hacia la industrialización, y en el proceso mantener intacta ciertas costumbres locales. Se siente el cariño y la atención por el detalle al momento de realizar las pertinentes investigaciones históricas. Al fin y al cabo, Rise of the Ronin supone un cambio de inflexión para Team NINJA, quienes tras más de diez largos años abandonan por completo su tono paranormal y espiritual por uno mucho más realista, que sobre la práctica funcionan jodidamente bien. Aunque… como todo lo bueno, no tarda en exhibir ciertos desgastes globales por el importante reciclado de contenidos, (especialmente con los enemigos). No son aristas que empañen drásticamente la experiencia de juego, pero viniendo de Nioh o el reciente Wu Long con toda esa colección de criaturas y demonios folklóricos, chocarnos con humanos empuñando sables, katanas, mandobles o armas de fuego puede ser… brusco.

¿Qué ha cambiado en su jugabildiad? Mas bien poco y nada, es decir, Team NINJA retoma la fórmula de Wu Long reforzando ciertas asperezas sistémicas para aproximarla aún más a lo visto en SEKIRO. Razón por la que no es apropiado tildarlo de ¿SoulsLike? Sino más bien ¿Sekiro Like? Suponiendo que eso siquiera existiese. Sea cual sea el caso, lo importante es que funciona realmente bien. Tan bien que, siendo ‘habilidosos’ no tendremos reto alguno. Esa es una de las grandes contras de este sistema de combate. Durante sus primeras horas sera una pesadilla que deja un interminable ciclo de muertes. Pero, una, una vez que damos en la tecla justa y conseguimos explotar el ‘bug’ del ‘timing’ para contrarrestar ataques, pues… prácticamente terminamos rompiendo el juego. Llegado a ese punto, no existe enemigo que suponga un desafió. Alcanzar tal nivel de hazaña demanda paciencia. Práctica poco habitual entre los fanáticos del género, puesto que estamos catalogados como avaros, especialmente cuando estamos a un par de golpes de abatir al Jefe de turno.

Rise of the Ronin nos forzara a adaptarnos. La mayor parte de sus secciones están colmadas de enemigos, es más, los propios mini-bosses vienen acompañados por sus propios minions, por lo que tendremos que ser cautelosos cada vez que decidamos aproximarnos. Para nuestra fortuna se ha introducido un sistema de sigilo, similar al de Elden Ring o SEKIRO, de modo que podemos agacharnos para escabullirnos entre la maleza, y así, acabar con los enemigos de manera silenciosa con un buen ataque furtivo o alguna flecha bien medida. A ello se le suma la verticalidad que brilla con luz propia gracias a la Avicula. Subir a un tejado para planear sobre los cielos y caer en picada con un ataque letal es simplemente espectacular. Tambien tiene sus contras. En caso de que seamos demasiado ruidos despertaremos la atención del resto de enemigos y no tardaran en caernos en grupo. Ahora, luchar contra uno o dos es una pesadilla, imaginen la tensión que genera cruzarse con cinco al mismo tiempo. Sumado a que “Mini-Jefes” no pueden ser derribados o eliminados de manera sigilosa. Pero… no deja de ser una buena variante con la que reducir los picos de estrés que pueden generar sus secciones de acción. Al menos hasta que dominemos el buen arte del reflejo y la carga de estamina.

Por lo general, estos titulos suelen estar acompañados por etiquetas de una ‘dificultad descomunal’, y suele ser cierto, al menos durante las primeras horas de juego. Con el tiempo va decreciendo al añadirle algunos conservantes. Elden Ring lo hizo en su momento con sus cenizas de guerra. Luego le siguió de cerca Wu Long con los compañeros de armas que podemos llamar entre misiones de campaña. Ahora con Rise of the Ronin no será diferente. Más bien recupera ese espíritu cooperativo con nuevos aliados que cruzaremos a lo largo de la aventura. De acuerdo al modo de juego veremos un rostro u otro de los Ronin, es decir, es uno de esos juegos que será todo un reto personal en solitario, sin embargo, en compañía se convierte en todo un paseo. No por ello menos disfrutable, más bien todo lo contrario. Si deseamos mejorar nuestra afinidad con los aliados tendremos que cooperar con ellos durante las misiones, y de esta forma desbloquear objetos y estilos de combate. Esta es una de las grandes novedades con respecto al resto de sus obras. Existen una buena variedad de armas para utilizar, y cada una de ellas cuenta con su propio estilo de combate, que dicho sea de paso, será más o menos efectivo ante el resto. Sin embargo, para hacer uso de las mismas necesitamos dominar destrezas, y para ello tendremos que conseguir suficiente experiencia con cada arma o cumplir misiones especiales que desbloquear de forma permanente estos prefijos en el menú. Es un concepto que le añade cierta frescura con la que evitar caer en la monotonía.

A diferencia de otros juegos del género contamos con un selector de dificultad con el que pilotear algunos picos. En lo personal recomiendo evitar por completo esta opción. No es un juego que se caracterice por un alto grado de dificultad, sino más bien por el timing y la precisión que demanda. Es decir, una vez que conseguimos adaptarnos a los pasos y ataques nos convertiremos en una autentica maquina de aniquilar y la exploración sera todo un paseo. Además, los enemigos no suben de nivel en paralelo. En caso de completar demasiadas secundarias o coleccionables no tardaremos demasiado tiempo en estar totalmente desbalanceados. Detalle que rompe parcialmente la experiencia. Durante mi primera partida me dedique a completar el primer mapa por completo con todas sus misiones secundarias, eventos aleatorios, coleccionables y estaciones para luego continuar con la campaña principal y encontrarme totalmente overpowered. Afortunadamente existe un segundo y tercer mapa, pero… era prácticamente lo mismo. Cabe destacar que la abundancia de puntos de control contrarresta cualquier tipo de complejidad. Existe una infinidad de checkpoints o mas bien ‘Estandartes’ e incluso ‘altares’ a modo de acceso directo hacia la zona o jefe de turno con el que evitar perder la experiencia conseguida.

No existe un modo estrictamente multijugador de principio a fin, sino más una serie de secciones o misiones en las que podemos añadir personajes con los que colaborar. Desde el estandarte de misión es posible modificar ciertos atributos y equipamiento de los aliados. De igual forma podemos mejorar nuestra relación ofreciendo regalos o artículos de su interés lo que habilitara nuevas opciones de dialogo con los que relacionarse. Quienes estén acostumbrados a la formula Souls-Like se sentirán como en casa con un ritmo de juego bien balanceado con un acento importante en la acción al marcar su ciclo pasivo-activo, gracias al constante encuentro de “estandartes” o santuarios, lo que permitirá que el avance sea más accesible y limitando la cantidad de muertes. Pero si aun así tenemos complicación durante una misión, podremos llamar a un compañero para que nos eche una mano durante alguna misión en cooperativo o podemos confiarle nuestro destino a los aliados que creamos durante el camino.  Por otro lado, tambien podemos optar para dejar salir nuestra creatividad crafteando pócimas, elixires, mejoras de armas y mucho más. Pero… antes tendremos que conseguir los materiales adecuados. Para ello tendremos que explorar cada área y coger todo lo que veamos brillando, sino también podremos optar por los clásicos vendedores de objetos comunes, mejoras y algún que otro documento o mapa que nos permitirá desbloquear nuevos ítems de construcción.

Por otro lado, si deseamos pasar un momento de tranquilidad personalizando o editando al personaje, compañero o incluso realizar ciertos preparativos especiales tendremos que dirigirnos a nuestra residencia. Desde allí tendremos una enorme lista de opciones con las que trastear, que irán desde la propia decoración del inmueble con todo tipo de objetos hasta eventos cronometrados en los que podremos enviar gatos de compañía o incluso un perro de vigiá. Son añadidos inusuales con los que darle una bocanada de aire fresco y hacer que la propia residencia sea todo un mando de operaciones. Aunque no sera el único. Durante la aventura cruzaremos todo tipo de rostros algunos más agradables que otros, de acuerdo al tipo de partida que deseamos llevar tendremos la posibilidad de optar por un camino diplomático u otro renegado dando cacería al shogun y sus aliados. Estos eventos determinan el curso de la aventura y por esta razón toca ser cauteloso al momento de cooperar con los personajes. Cada uno de ellos tiene su propio esquema de misiones con objetos de interés y artefactos tecnológicos con los que mantenernos ocupados durante un buen tiempo.

Team NINJA sale de su zona de confort para experimentar con el mundo real. ¡Vaya forma de hacerlo! Con una aventura que lleva su indiscutible ADN en un orgásmico campo abierto. Junto a Ghost of Tsushima es una de las aproximaciones más preciosas al Japon feudal con esos colores tan intensos, especialmente cuando damos el salto a Edo dejando los terrenos cubiertos por esa fría capa de nieve. Entornos degradados por la crudeza de las batallas. Mientras mantiene intacta las costumbres locales con las que rendir tributo a una de las épocas más virulentas. Rise of the Ronin deja sensaciones fuertes e intensas grabadas en la piel, pero sobre todo en las retinas. Ideal para cualquier masoquista que necesita de su dosis diaria de un soulslike o más bien un ¿SEKIRO wanna be? No pude evitar caer rendido ante la majestuosa mano de Team NINJA, quienes me demostraron que son capaces de salir del túnel para dejar volar su creatividad en una aventura kilométrica, que no tiene nada que envidiarle a otros titanes del genero. En fin, Rise of the Ronin es una autentica maravilla que no deberían perder de vista, y con las que mantenerse fresco hasta la llegada de Ghost of Tsushima en PC.

Puntuación: 4 de 5.
  • Las costumbres y eventos de su mundo abierto le dan cierta frescura.
  • Ese ‘click’ cuando dominamos su sistema de combate es todo un orgasmo.
  • Una ambientación muy bien conseguida.
  • Las nuevas mecánicas como el sigilo o saltar abren una importante brecha de posibilidades.
  • Todo el lore historico tras sus eventos.
  • La versatilidad de experimentar con su cronología.
  • Visualmente tiene momentos vistosos, especialmente al acceder a Edo con toda esa nieve.
  • Bastante fiel con lo que busca representar.
  • Pequeñas rascadas en el Framerate.
  • Un importante reciclado de contenido.
  • Poca variedad de Jefes Finales, viniendo de Nioh o Wu Long.

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